En estos últimos días la prensa internacional ha dado amplia cobertura al paso del huracán Matthew por las islas del Caribe y la Florida. En Haití se cobró más de 800 víctimas mortales, y se calcula que ahora 1.400.000 personas necesitan ayuda para encarar la destrucción de infraestructuras, viviendas, propiedades y cultivos que la tormenta causó. Haití, el país con mayor índice de pobreza de todo el continente americano, que todavía no se ha recuperado completamente del terremoto del 2010, sufre ahora esta nueva catástrofe.
En República Dominicana el huracán Matthew, uno de los más potentes de la última década, tuvo menos repercusiones. En la zona de Sabana Yegua, donde se llevan a cabo nuestros proyectos, dejó a varias poblaciones incomunicadas durante unos días y se produjeron inundaciones en más de cincuenta viviendas, con abundantes pérdidas materiales; colapsaron los techos de una decena de viviendas y hubo pérdidas de cultivos. A pesar de estas calamidades la población está aliviada porque aquí no se sufrieron daños mayores ni hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas.
Lamentamos profundamente la catástrofe de Haití, que afecta tanto a aquel país como a muchos de los haitianos que viven y trabajan en nuestra región de la República Dominicana; algunos de ellos han recibido la triste noticia de la muerte de familiares a causa del huracán.
Por nuestra parte, seguimos dedicando esfuerzos a la mejora de viviendas para la población más vulnerable de nuestra parroquia, para su bienestar general y especialmente para prevenir los efectos de los desastres naturales que asolan la región cíclicamente.