Desde Meki, en Etiopía, María José Morales nos envía el siguiente artículo.
No están siendo tiempos fáciles en Etiopía, y a pesar de ello, somos muy conscientes del trabajo que venimos realizando, y aquí seguimos, con ánimo y esperanza. Y seguimos porque queremos poner en valor la voz y el trabajo de las mujeres que participan en nuestros proyectos. Sabemos que ellas están abriendo caminos por los que mañana otras transitarán.
Y también continuamos aquí, con ilusión, para seguir proponiendo otra forma de ver, de entender y de estar en el mundo.
Empezamos a trabajar en Meki en el año 2015. Poco a poco, tras escuchar las inquietudes y necesidades de las personas que fuimos conociendo, creamos los primeros grupos de ahorro comunitario. Luego trabajamos para llevar agua potable a varias comunidades, y construimos aulas nuevas en algunas escuelas. En el 2016 inauguramos el “Kidist Mariam Women Promotion Center”, nuestro centro de capacitación profesional para mujeres.
Las cifras no lo son todo, pero nos dicen mucho de los logros conseguidos desde entonces: 2,871 estudiantes se han graduado en el KMWPC, y 1.350 mujeres forman parte de los 45 grupos de ahorro que se siguen reuniendo cada quince días, y siguen ampliando sus negocios con los préstamos que reciben. 512 de ellas tienen 2.600 cabras lecheras, 180 tienen burras y carros que utilizan para el transporte, y 480 tienen frutales y trabajan en huertas comunitarias.
La tarea no ha sido fácil, ha habido (y sin duda seguirá habiendo) dificultades en el camino, pero es un orgullo poder ver a estas mujeres tan empoderadas y saber que el futuro y el desarrollo está en sus manos. Ellas son quienes están consiguiendo, poco a poco, que sus comunidades y su país sean cada vez mejores.
Desde aquí quiero agradecer también a todas las personas que, con su ayuda, van haciendo posible esta labor de la CSP en Etiopía. ¡Gracias!