En octubre y noviembre, el Centro Educativo Infantil del Ajusco fue escenario de dos talleres de cocina para mujeres. Se trataba de una experiencia piloto del programa “Energía del sabor” de Gas Natural Fenosa como parte de su Política de Responsabilidad Corporativa. Su principal objetivo es el fortalecimiento de las competencias de jóvenes de escasos recursos que estudian cocina, y la promoción de espacios de inclusión laboral. Este programa permite a los jóvenes, a través de un curso certificado, obtener herramientas que les ayuden a comenzar una carrera laboral en el mundo de la gastronomía. Las clases de cocina con las mujeres del Ajusco fueron la primera experiencia de este programa que se impulsará en México.
Los talleres tenían como objetivo enseñar a elaborar alimentos sencillos, rápidos, económicos y nutritivos para la familia. Un aspecto fundamental era la elaboración esmerada y la buena presentación de los platos. Al final se entregaron certificados y un obsequio para las participantes. Contribuyó al éxito de los talleres la profesionalidad del chef y de su equipo, así como la indumentaria y el equipamiento utilizado, pero también la creatividad, la estética en la presentación de los platos, el trabajo en equipo, las ansias de superación y el aplauso del equipo organizativo. Todo esto hizo sentir a las mujeres que estaban en un plató de televisión “a lo master chef”, así que además de aprender pasaron unas jornadas estupendas.
Desde la Comunidad de San Pablo agradecemos la calidad, la estética y el ambiente festivo de los talleres, parte esencial de toda labor educativa. Ya pensamos en el siguiente taller, que podría ser para enseñar a las madres a elaborar algunos platos como tacos de canasta, un plato sencillo y económico, para que puedan venderlo y generar recursos. ¡Ojalá sea pronto!