Estas familias sufren no solo la incomodidad que comporta habitar en este tipo de viviendas, sino que, sobre todo durante la temporada ciclónica, viven con el miedo de que sus débiles y frágiles casas se pierdan, y con ello sus pocas pertenecías.
Desde la Parroquia La Sagrada Familia de Sabana Yegua ya hace mucho que llevamos a cabo un programa de mejoramiento de viviendas y construcción de casas para las familias más desfavorecidas. En concreto, durante el último año y medio, gracias a la generosidad de los feligreses de varias parroquias de Wisconsin, en los EE. UU. (St. Lucy y St. Sebastian en Racine, y la catedral de la Milwaukee) hemos tenido la alegría de haber podido construir ocho casas nuevas.
La selección de los beneficiarios de este proyecto nunca es fácil, y por eso evaluamos la situación y la historia de cada familia minuciosamente. Siempre damos prioridad a familias en las que haya alguna persona en situación de discapacidad, a familias monoparentales con varios hijos e hijas y a otras situaciones parecidas de extrema vulnerabilidad. Personalmente puedo decir que, aunque el proceso de selección sea difícil, también es una bendición conocer la historia y la realidad de las personas. Que tengan una buena vivienda es solo una ayuda dentro de las tantas necesidades que padecen, pero, ciertamente, vivir con dignidad cubre un derecho humano fundamental de las personas.
Rezamos para que en 2022 podamos entrar en contacto con más personas generosas que contribuyan a hacer realidad el sueño de muchas familias, aquí en República Dominicana, de tener un hogar digno.