Más de ocho millones de personas en Etiopía necesitan ayuda alimentaria según datos de un informe conjunto realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el gobierno etíope. Dos épocas consecutivas de escasas lluvias han provocado la fuerte sequía que está afectando varias zonas del país.
Más del 80% de la población etíope se dedica a la agricultura, que sigue siendo el primer ingreso financiero del país, y por ello se complica todo cuando hay sequías y efectos del cambio climático. La agencia meteorológica ha advertido sobre posibles fuertes precipitaciones en las próximas semanas, lo cual puede destruir las cosechas ya existentes y empeorar aún más la situación.
Hace 30 años, en los años 80, Etiopía sufrió una gran hambruna que conmocionó al mundo. Desde entonces la economía del país ha ido mejorando hasta el punto de posicionarse entre las economías emergentes de África. Pero a pesar de que el gobierno actual, en el poder desde 1991, ha contribuido a la construcción de escuelas, caminos y hospitales, gran parte de la población sigue viviendo en situación de extrema pobreza. Se están atendiendo cada vez más casos de desnutrición infantil y aunque el gobierno ha empezado a repartir sacos de grano y trigo entre las comunidades afectadas, se espera, una vez más, ayuda del exterior para poder superar esta nueva crisis alimentaria. Por parte de la Comunidad de San Pablo seguiremos contribuyendo desde nuestros proyectos a fortalecer la salud y a capacitar a la población rural de la zona de Meki.