En una de las reuniones organizativas de la Pastoral Haitiana la Sra. Roseline Manuel, más conocida como “Linda”, propuso impartir unos cursos de manualidades. Al principio pensé que sería algo poco significativo porque ¿quién querría aprender a hacer flores de papel? Y sin embargo decidimos que se haría la propuesta a la población en general, a ver qué pasaba. Días más tarde viene Linda llena de alegría diciendo que ya tenía tres lugares que querían realizar el curso y un total de 75 personas interesadas. El gozo de Linda era porque ahora ya tenía un grupo de personas interesadas en su curso pero mi gran gozo fue saber que no eran sólo miembros de la comunidad haitiana sino que también había dominicanos interesados. El sueño de tener a las dos comunidades juntas se empezaba a hacer realidad con unas flores de papel.
El curso se impartió una vez a la semana durante tres meses en las comunidades de Sabana Yegua, Tábara Abajo y el Km 7. En el día de la graduación, cuando cada uno iba dando sus testimonios todos mencionaban lo divertido que había sido el curso, pues Linda es de origen haitiano y aunque habla español, no lo domina tan bien como para enseñar. Así que había momentos en que tenían que acudir a la gesticulación para comprender lo que ella quería transmitir. Aun así, entre todos se ayudaron y el curso se llevó a cabo siendo un gran éxito y señal de integración ciudadana.
El liderazgo político y los medios de comunicación en la República Dominicana distan mucho de propiciar la integración de los inmigrantes de Haití en el país y se dedican más bien a magnificar los problemas y dificultades. El curso de flores de papel, en el que un grupo de personas de los dos países se sentaban a aprender y compartir habilidades, fue una señal de que la gente sencilla, normal y corriente, acoge, comparte y traba amistades más allá de las diferencias nacionales y lingüísticas.”