Mons. Grullón, obispo de San Juan de la Maguana, bendice e inaugura una nueva capilla en la comunidad de Mordán de la parroquia La Sagrada Familia (Azua, República Dominicana)
En uno de los rincones más alejados de esta parroquia del suroeste de la República Dominicana, formada por 22 comunidades y al cargo de la Comunidad de San Pablo, hasta hace poco los lugareños se reunían en una casa de madera en malas condiciones para celebrar allí la Eucaristía y demás sacramentos. Hacía tiempo que solicitaban la construcción de una capilla digna para los encuentros de la comunidad de fe.
Gracias a la colaboración de la parroquia Sacred Heart, de Racine (Wisconsin, EE.UU.), que también está al cargo de un miembro de la Comunidad de San Pablo (el P. Ricardo Martín) la nueva capilla de Mordán se ha hecho realidad. Los parroquianos de Sacred Heart recaudaron fondos hace un año para la construcción de la capilla de Tábara Abajo (noticia de la que en su día ya nos hicimos eco en este blog) y tras la inauguración se lanzaron a promover la construcción de la capilla de San Juan Bautista, de Mordán.
El pasado 24 de agosto, con la presencia del Obispo de San Juan de la Maguana, Mons. José Grullón, y un grupo de feligreses de Sacred Heart, llegados desde Wisconsin, la comunidad festejó la bendición de la nueva capilla. Durante la semana los locales de la iglesia servirán para que en ellos se realicen cursos de cocina, de repostería, de electricidad, de contabilidad y otros, para colaborar con esta comunidad, que tradicionalmente vivía de la quema de carbón vegetal, y que está muy necesitada de personas con mayor preparación para el mundo laboral.
La comunidad de Mordán mostró su dicha con la celebración de la misa acompañada de cantos, bailes y comida para todos los presentes y con unas palabras de agradecimiento a la parroquia hermana de Sacred Heart y a todos sus feligreses.
En preparación para el 525 aniversario (será en 2019) de la primera Eucaristía celebrada en el Nuevo Mundo, la Conferencia del Episcopado Dominicano declaró 2018 como Año de la Eucaristía. En este marco, celebrando el mes de septiembre como mes de la Biblia, tuvo lugar el Segundo Congreso Bíblico Diocesano de San Juan de la Maguana. El congreso se llevó a cabo el pasado sábado 1 de septiembre en la Parroquia Nuestra Señora de los Remedios de Azua.
El evento fue organizado por el P. Juan Manuel Camacho, de la Comunidad de San Pablo, que es responsable de la Comisión Bíblica Diocesana, y tuvo como tema “PALABRA Y EUCARISTÍA”. La conferencia del congreso estuvo a cargo del P. Martí Colom, también de nuestra comunidad.
Martí compartió con los asistentes algunas reflexiones acerca de varios textos bíblicos relacionados con la Eucaristía, empezando por los relatos de la Última Cena y ampliando luego el foco hacia “las otras eucaristías”, es decir, los otros momentos eucarísticos que nos narran los evangelios. Vimos como estos otros momentos pueden enriquecer nuestra comprensión de la Eucaristía, al subrayar, cada uno de ellos, un “elemento o aspecto eucarístico”: por ejemplo, la alegría que debería presidir todas nuestras celebraciones (en las Bodas de Caná), o la fraternidad libre de toda exclusión, que vemos en las comidas de Jesús en casa de recaudadores de impuestos, o la oferta de libertad plena y responsable que nos regala Jesús, si estamos dispuestos a recibirla, que subyace en el texto de Juan de la multiplicación de los panes y los peces.
Su ponencia fue muy bien acogida por los más de 200 participantes del Congreso, procedentes de distintas parroquias de la región, que regresaron a sus comunidades con el deseo de seguir profundizando en las escrituras y en lo que ellas nos enseñan del sacramento eucarístico.
La Comunidad de San Pablo inicia un proyecto de suministro de agua para agricultura como alternativa a la quema de carbón en República Dominicana
Antonio tiene 70 años y ha vivido siempre del monte: toda la vida talando árboles para la construcción de viviendas y para vender leña o carbón. En el pueblo de Barrera, junto a la Sierra de Martín García, un hermoso parque nacional protegido en el suroeste de la República Dominicana, ese era el sustento básico de casi la mitad de los habitantes de este pueblo de 2.500 personas. Hace dos años el Ministerio de Medio Ambiente prohibió la comercialización del carbón vegetal para proteger la vegetación de la zona, aunque sin proponer alternativas. Desde entonces, los pobladores insisten en cultivar la tierra para salir adelante, pero el agua es escasa.
En diversas reuniones mantenidas con la comunidad surgió la idea de canalizar el agua de un manantial que ahora apenas se usa. El agua, que corre por una acequia natural, se pierde en gran parte por la evaporación, la filtración y también porque durante la noche nadie la usa. Con la ayuda de un ingeniero, hace ya casi un año se diseñó un proyecto completo, con el plan de construir una protección del manantial, un depósito de agua y la canalización con tuberías hasta las zonas de cultivo, y explotar cultivos alternativos de alta rentabilidad con sistemas de riego por goteo.
En estos momentos se está iniciando la primera fase del proyecto, con la construcción de la protección del manantial, gracias a la visita y ayuda del grupo “Project Agua” de Milwaukee (EE. UU.), liderados por Mr. Patrick Harrington. Nuestro amigo Antonio nos decía hace unos días: “¡Es muy duro vivir del carbón! Si pudiéramos no nos dedicaríamos a esto”. Ojalá este proyecto se convierta en una alternativa válida para el sustento de los pobladores de la zona.
Hace algo más de un año el Arzobispo de Milwaukee, Mons. Jerome Listecki, visitó la República Dominicana para celebrar los 35 años de hermanamiento de la Arquidiócesis de Milwaukee con la Parroquia La Sagrada Familia de Sabana Yegua (Azua). Esta hermosa relación de fe y amistad de 35 años ha dado, indudablemente, muchos frutos, tanto en Milwaukee como en la República Dominicana.
A lo largo de estos 35 años las vocaciones han florecido: hoy podemos contar con tres sacerdotes ordenados, originarios de la parroquia La Sagrada Familia, que trabajan en la diócesis de San Juan de la Maguana; con tres seminaristas en formación, también en el seminario diocesano; y con cinco miembros de la Comunidad de San Pablo que son, también, originarios de la parroquia. Además de eso, cinco sacerdotes de la Comunidad de San Pablo vivieron una etapa formativa en la parroquia antes de entrar al seminario, y ahora esta experiencia misionera enriquece su servicio en Milwaukee.
Para seguir consolidando este hermanamiento, durante el primer trimestre de 2018 visitaron Sabana Yegua los obispos auxiliares de Milwaukee James Schuerman y Jeffrey Haines, así como los vicarios generales David Reith, Jerry Herda y Javier Bustos. Todos ellos pudieron compartir celebraciones eucarísticas con la comunidad local y conocer varias áreas de la parroquia, donde fueron acogidos con mucho cariño. En especial el obispo Schuerman tuvo un encuentro emotivo con los feligreses, pues él trabajó en la parroquia, como sacerdote misionero, de 1992 a 1996, y pudo compartir con mucha gente recuerdos de aquella época. ¡35 años de fe y amistad compartida son una gran obra de Dios!
Matrimonios en la Diócesis de San Juan de la Maguana, República Dominicana
El pasado día 25 de noviembre, 18 parejas de la parroquia de La Sagrada Familia se dieron el «sí, quiero», en la catedral de San Juan de la Maguana, donde se casaron, en una misma celebración, un total de 174 parejas.
Fue esta una importante ceremonia de bodas de toda la diócesis, en una catedral abarrotada de parejas, testigos, cantos y mucha alegría. No se trataba del matrimonio de personas jóvenes, sino que el promedio de edad de los novios sobrepasaba los 40 años. En la República Dominicana el matrimonio, incluso el civil, es poco común. El temor al compromiso, el respeto a la indisolubilidad del sacramento, así como otros factores sociales, económicos y psicológicos se juntan para que el matrimonio sea algo infrecuente.
En una de las charlas que dimos a estas 18 parejas, alguien les dijo que eran todos unos valientes, ya que si ya una boda por lo civil es rara, un matrimonio por la Iglesia es, en este contexto social, casi un acto contracultural.
Aplaudimos la decisión de la diócesis de celebrar estas bodas colectivas, que reafirman el amor que ya existe en las parejas, bodas que fortalecen a las familias creadas, y que llenan de orgullo a los contrayentes y sus parientes. Terminada la celebración, esas 18 nuevas parejas paseaban por sus comunidades sonrientes, felices, sabedoras que aunque ya tenían muchos años de vida compartida, ahora iniciaban de una forma u otra una nueva etapa llena de bendiciones. Nosotros lo celebramos con ellos.
El pasado 19 de noviembre se celebró el Día Mundial del Saneamiento, y Naciones Unidas nos recordaba que actualmente hay en el mundo 2.400 millones de personas sin acceso a saneamiento, y casi mil millones de personas que realizan sus necesidades fisiológicas al aire libre.
La Comunidad de San Pablo lleva ya 14 años en la República Dominicana, y prácticamente desde el principio de nuestra presencia en el país nos involucramos, desde la Parroquia La Sagrada Familia de Sabana Yegua (Azua), en la construcción de letrinas o sanitarios para la población más desfavorecida de la región en la que trabajamos. A pesar de los notables avances que se han realizado, hoy todavía quedan casi 1,000 familias en el territorio parroquial que atendemos sin sanitario.
Recientemente el hermanamiento de la Parroquia La Sagrada Familia con la Archidiócesis de Milwaukee cumplió 35 años, y el pasado enero se celebró este aniversario con la visita del arzobispo de Milwaukee y un grupo de peregrinos a la República Dominicana. En vistas de la necesidad de sanitarios dignos para las familias, el arzobispo dedicó su campaña de Cuaresma a esta causa. A su llamado respondieron generosamente amigos y conocidos, recaudando suficiente dinero para construir 200 letrinas.
Agradecemos enormemente su colaboración y aprovechamos esta oportunidad para mostrarles un corto vídeo, en inglés, en el que los sacerdotes de La Sagrada Familia explican el proceso de construcción de una letrina.
La República Dominicana ocupa el primer lugar de niñas y adolescentes “unidas” o “casadas” en América Latina y el Caribe”[1]
–¿No sabes? Carmencita se casó–. Cuando te dicen esto en la República Dominicana, especialmente en el sur, no hay que entender que entre Carmencita y su pareja hubo una boda civil o religiosa, sino que las dos personas pasaron a convivir como pareja.
Esto sucede a menudo con muchachas muy jóvenes, especialmente en los sectores sociales de menor nivel educativo. Aunque sucede principalmente debido a embarazos, no siempre es así.
En el primer caso, una muchacha joven queda embarazada fruto de una relación y pasa a vivir con su pareja. En algunos casos una chica “sale embarazada”, y es presionada a dejar la escuela (aunque legalmente nadie la pueda expulsar por ese motivo) y es “invitada” a pasar a vivir con el padre del niño que viene en camino, que muy a menudo no era una pareja estable. De ese modo se produce un doble rechazo hacia la chica, el de la escuela y de la familia. Sin embargo, el muchacho puede continuar la escuela sin ningún problema y nadie lo echa de su casa. Estos casos son los más graves.
En otros casos, la familia de la joven tiene conocimiento de que ella está manteniendo relaciones con el muchacho, y entonces la presionan para que deje la casa y se una a él (aun si no hay embarazo). Así evitan el “qué dirán” de los vecinos, que podrían ver a la chica como “una cualquiera”.
Hay situaciones peores. Muchas niñas y adolescentes se van a vivir con un hombre mayor. Este se ocupa de ellas y las mantiene. Ellas pasan de niñas a madres en un santiamén, sin experimentar apenas la juventud. Se podría añadir que la diferencia de edad, y a menudo el abandono de los estudios por parte de la joven, facilita una desigualdad en la pareja, la baja autoestima de ella y por ende violencia de género. El estudio Niñas esposadas, realizado por la ONG “Plan Internacional” en las provincias de Azua, Barahona, Pedernales, Elías Piña y San Juan, afirma que una de cada cinco adolescentes (el 23.4%) de entre 15 y 19 años está casada o unida con un hombre 10 años mayor que ella. Según este estudio, en el 39% de los casos los hombres dicen que les gusta tener esposas muy jóvenes porque son más obedientes y se pueden dominar fácilmente.
Según la autora de la investigación, Jeannette Tineo, el matrimonio infantil es el resultado de la violencia intrafamiliar existente en el hogar de la joven, las expectativas de reducir la carga económica familiar o incluso la oportunidad de negociación que establecen las familias como una manera de salir de la pobreza.
Esta negociación se produce en algunas familias que viven en situación de pobreza y que saben que su hija menor ha tenido relaciones con un hombre mayor de edad. Los padres acusan al hombre de violación y éste, para evitar ir a la cárcel, paga una suma como reparación del daño y se queda a la adolescente como esposa.
El estudio mencionado desvela que el matrimonio infantil forzado tiene vinculación fuerte con los embarazos en adolescentes, ya que de cada diez niñas casadas con hombres adultos que fueron entrevistadas, siete estaban embarazadas al momento de establecer la unión.
Entre las acciones que plantea “Plan Internacional” está que los legisladores valoren aumentar la edad mínima para casarse a los 18 años. Actualmente el código legal dominicano permite que la niña, si cuenta con el consentimiento de su padre, se pueda casar a los 15 años.
En todo caso, es obvio que existe una urgente necesidad de seguir educando en valores a padres y madres de familia, a niños, niñas y adolescentes, para que estas situaciones desaparezcan. No hay nadie que realmente desee el desarrollo digno de una sociedad, con hombres y mujeres empoderados, que quiera “niñas esposadas”.
[1] El Listín Diario, 27/3/2017
http://www.listindiario.com/la-republica/2017/03/22/458855/el-numero-de-ninas-casadas-en-el-pais-es-el-mas-alto-de-al
La Comunidad de San Pablo desarrolla un programa de saneamiento ambiental en la República Dominicana
«Decían que las brujas se comían a los niños, pero lo que los mató fue la diarrea». La Diócesis de San Juan de la Maguana ha construido más de 18.000 sanitarios en 25 años; como parte de este mismo esfuerzo, la Comunidad de San Pablo, desde la parroquia La Sagrada Familia de Sabana Yegua, ha construido más de 2.000 desde hace 14 años.
Hace pocos días, la directora ejecutiva de FUNDASEP (fundación vinculada a la Diócesis de San Juan) nos contaba con entusiasmo el gran impacto que había tenido la construcción ininterrumpida de letrinas sanitarias con foso seco e inodoro a lo largo de todos estos años. Monseñor José Grullón, obispo de San Juan, insiste en que ya no hay que llamarlas letrinas, sino sanitarios, pues con el inodoro que se les coloca pasan a tener una mayor dignidad. También insiste en que a pesar de que haya gente que se pregunte por qué la Iglesia se ocupa de las cosas materiales, es labor de la Iglesia y de los cristianos ocuparnos de la persona completa.
En efecto: ¿qué tiene mayor importancia que la vida de un niño? Y tantos niños morían a causa de diarreas, producto de enfermedades gastrointestinales, causadas a su vez por parásitos, bacterias y el mal saneamiento ambiental. No es ningún secreto que, si las personas hacen sus necesidades a campo abierto, las enfermedades se propagan con gran facilidad. No, no eran las brujas, ni ningún mal espíritu o maldición lo que se comía a los niños. Lo que se los comía y literalmente acababa con ellos eran las infecciones gastrointestinales recurrentes. Ahora podríamos decir que nuestras letrinas han acabado con las brujas.
En efecto, en las últimas décadas el panorama ha cambiado drásticamente y agradecemos a muchas personas e instituciones el apoyo que hemos recibido para la construcción de sanitarios y la promoción del lavado de manos. Aunque un gran número de familias ya tienen su “baño adentro”, y miles tienen su sanitario o letrina mejorada, todavía queda en la región en la que trabajamos un 15% de hogares que no disponen de baño. Así, pues seguimos con el programa hasta que no quede ninguna familia sin sanitario.
La Comunidad de San Pablo inicia un proyecto de reciclaje de plásticos en el municipio de Sabana Yegua, República Dominicana
Hace apenas medio año, el Grupo Juvenil Galilea y la Pastoral de la mujer de la Parroquia La Sagrada Familia de Sabana Yegua se sumaron a un nuevo proyecto auspiciado por la Comunidad de San Pablo: el reciclaje de plásticos en el municipio. Para empezar, los jóvenes grabaron un corto video que explicaba el problema en sus dos vertientes: la contaminación del medio ambiente que suponen los plásticos y la proliferación de mosquitos que causa la acumulación de plásticos en los patios de las casas, que contribuye a la propagación de enfermedades como el dengue, la chikungunya y el zika.
Para la grabación del video los jóvenes visitaron el vertedero del pueblo y vieron la gran cantidad de plásticos que hay allí, al aire libre. Allá se les explicó que el plástico tarda muchas décadas en desintegrarse.
Una vez editado, el video se promovió en la parroquia, como una herramienta para explicar la importancia que tiene llevar a cabo la limpieza general del pueblo a través de reducir, reusar y reciclar el plástico. Se repartieron sacos y tanques en los domicilios que querían participar en la tarea, y actualmente existen ya 30 puntos de acopio en el pueblo: 30 sitios donde las personas pueden ir a depositar sus plásticos viejos y usados para que posteriormente sean reciclados.
Los vecinos llevan sus plásticos a dichos puntos y el camión de basura del ayuntamiento realiza la recogida un día por semana. Los materiales se almacenan en el ayuntamiento y luego los recoge una empresa recicladora.
Los jóvenes de la parroquia también se han implicado en la tarea de realizar charlas en las escuelas y en asociaciones de Sabana Yegua, para que todo el pueblo reciba educación ambiental y participe de esta iniciativa. También tienen pensado seguir promocionando el reciclaje con actividades educativas y a la vez divertidas.
Esperamos reducir el plástico en la calle y que el vertedero reduzca su tamaño. ¡Ojalá no se quede nadie sin participar!
Un grupo de representantes de la arquidiócesis de Milwaukee, incluyendo su arzobispo, visitan la parroquia La Sagrada Familia de Sabana Yegua (República Dominicana)
Del 17 al 24 de enero el arzobispo de Milwaukee, Mons. Jerome Listecki, visitó Sabana Yegua junto a un grupo de peregrinos de Wisconsin para celebrar los 35 años de hermanamiento entre su arquidiócesis y la parroquia La Sagrada Familia
Desde 1981, sacerdotes diocesanos de la Arquidiócesis de Milwaukee han estado al cargo de la parroquia La Sagrada Familia. Los últimos trece años han sido sacerdotes diocesanos de Milwaukee que además son miembros de la Comunidad de San Pablo. Esta fructífera relación, que en 2016 cumplió 35 años, se ha desarrollado con el lema de “Compartir fe y amistad”, y ha enriquecido a ambas iglesias hermanas, que hoy son más solidarias y más abiertas gracias a esta relación de apoyo mutuo.
La visita de Mons. Listecki y su grupo incluyó reuniones con distintos grupos pastorales de la parroquia, así como la visita a los diversos proyectos sociales que desarrollamos en la región (centros infantiles, centro de salud, construcción de letrinas, centros de capacitación…). El día 21 de enero se celebró una Eucaristía en la comunidad Proyecto 4, coincidiendo con el día de Nuestra Señora de la Altagracia, protectora de la República Dominicana. A esta celebración se unió el obispo de San Juan de la Maguana, Mons. José Grullón, rememorando que dicha capilla fue la primera sede de la parroquia, en un ya lejano 1981. El domingo, día 22, se celebró otra festiva Eucaristía en Sabana Yegua, y finalmente el grupo de peregrinos pudo viajar a Higüey, a la Basílica de la Virgen de la Altagracia, para dar gracias por la relación ya consolidada de las dos Iglesias Hermanas, la de Milwaukee y la de San Juan de la Maguana.
La celebración de los 35 años nos dejó a todos un sentimiento de profundo agradecimiento a Dios por permitir este hermoso hermanamiento en la fe y la amistad, y el deseo de que la relación continúe creciendo y fortaleciéndose muchos años más.
La Comunidad de San Pablo acoge la campaña oftalmológica de profesionales voluntarios de Wisconsin en la parroquia La Sagrada Familia de Azua (República Dominicana)
Desde el día 7 hasta el 15 de este mes de enero, la parroquia La Sagrada Familia acogió a un grupo de oftalmólogos de Wisconsin (EE.UU.), que lleva ya doce años visitándonos y realizando aquí operativos médicos. Han sido doce años de compromiso y de dedicación al bienestar de los habitantes de la región, a través de la mejoría de su salud. En esta ocasión, 26 personas de Wisconsin se desplazaron a la República Dominicana para llevar a cabo revisiones de la vista y cirugías, que son los dos componentes centrales de la campaña.
Durante cuatro días revisaron la vista a 850 personas, y recetaron 204 gafas. También revisaron la vista de 300 niños de la escuela primaria José Francisco Bobadilla de Sabana Yegua.
Por otro lado, el operativo de cirugías se realizó —como en años anteriores— en el hospital Taiwán de Azua (ubicado a once quilómetros de la parroquia), y contó con el apoyo de personal médico local. En total se realizaron 92 cirugías de cataratas y 32 de pterigium para un total de 124, siendo así esta campaña de 2017 la que más cirugías ha podido llevar a cabo.
Un componente secundario en la campaña, pero no menos importante, es que los voluntarios que participan se comprometen cada año a recaudar fondos para la construcción de una casa para una familia necesitada de la parroquia. En esta ocasión la familia beneficiada tiene nueve hijos y viven en condiciones muy precarias.
Desde aquí queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a los voluntarios de Wisconsin, así como a los voluntarios de la parroquia. Con más de 1.000 personas atendidas y 124 cirugías realizadas, podemos decir, sin lugar a dudas, que la campaña fue un éxito. ¡Gracias!
La parroquia de Sabana Yegua termina el año con la tradicional visita pastoral de Monseñor Grullón, obispo de San Juan de la Maguana
Coincidiendo con la visita pastoral de Monseñor José Grullón, obispo de San Juan de la Maguana, que todos los años visita nuestra parroquia de La Sagrada Familia en los últimos días de diciembre, pudimos inaugurar y bendecir dos importantes mejoras estructurales. La primera fue la nueva capilla de la comunidad del km. 15. En esta comunidad llevábamos muchos años celebrando la misa, los demás sacramentos y todas las reuniones bajo una frágil sombra hecha de troncos y ramas; ahora, finalmente, se ha podido cumplir el sueño de contar con una construcción sólida, de ladrillo, hermosa y digna. La capilla está dedicada a Ntra. Sra. de las Mercedes, patrona de la República Dominicana. Agradecemos al grupo de misioneros de la Divina Misericordia, de New Jersey, por la ayuda brindada para poder llevar a cabo este proyecto.
Por otro lado, la Iglesia principal de la parroquia, en Sabana Yegua, tenía unos bancos de metal muy viejos, incómodosy obsoletos. Con gran esfuerzo por parte de muchos feligreses y empresarios locales, y con la colaboración de las parroquias de Saint Mary y Saint Anne en Kenosha y de Holy Apostles en New Berlin (Wisconsin, EE.UU.), se han podido reemplazar los antiguos bancos por unos nuevos, de madera. La comunidad parroquial se siente muy bendecida por estas mejoras.
Durante los días de su visita pastoral, Mons. Grullón pudo compartir con los feligreses, motivarlos en su camino de fe con su característico entusiasmo y alegría, y confirmar a 105 personas. ¡No cabe duda que ha sido un buen final de año en La Sagrada Familia!
La Comunidad de San Pablo promueve la formación en el campo del turismo para jóvenes de la comunidad rural de Barrera, Azua (República Dominicana)
Margarita tiene 20 años y ya terminó su educación secundaria. Lleva dos años sin hacer nada, como ella misma dice. Llegando a Barrera, su pueblo, se avista una magnífica playa, llamada La Caobita. Una imponente montaña (el Cerro de Martín García) se levanta detrás de las casas, de modo que el pueblo, encerrado entre el mar y la loma, queda notablemente aislado. A Barrera nadie va de paso: o tienes que ir allá por algún motivo, o no te acercas a él.
La falta de fuentes de ingresos es la causa de que esta comunidad, que vive mayoritariamente de la agricultura, la pesca y la quema ilegal de carbón, tenga muchas necesidades no resueltas. Desde la Comunidad de San Pablo tratamos de construir puentes entre jóvenes de comunidades como Barrera, muy necesitados de capacitación profesional, y recursos existentes en el país. En concreto, a través del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional del gobierno (INFOTEP), que tiene una amplia oferta de capacitación dirigida especialmente a grupos vulnerables, es decir, a personas que no han terminado estudios de primaria. Hace unos meses, y tras varias reuniones, conseguimos que capacitadores de INFOTEP se comprometieran a desplazarse a Barrera para desarrollar allí un curso de emprendedores. El objetivo era mejorar los pequeños negocios existentes en el pueblo, e impulsar nuevas actividades. Ahora que el curso ha terminado, la Comunidad de San Pablo ofrecerá la posibilidad de que los emprendedores que participaron en él obtengan microcréditos.
Hace un par de meses, inició también un curso de turismo. Es bien sabido que en la República Dominicana el turismo es una fuente de ingresos importante, pero lo cierto es que apenas ha alcanzado el suroeste del país. La hermosa playa de La Caobita, con sus manglares, es poco conocida. Soñamos en que en el futuro la zona se pueda desarrollar turísticamente, para beneficio de sus habitantes, y por eso hemos promovido que muchos jóvenes realicen este curso de turismo, compuesto por varios módulos, que incluye el de camarero de restaurant, encargado de bar y maître. Para este curso, que requiere un equipamiento específico de hostelería, 30 jóvenes se desplazan todos los fines de semana a la capital de la provincia, Azua, donde está ubicada la sede regional de INFOTEP.
Eso no ha sido fácil: Barrera, como decíamos, es una comunidad alejada, cuyos pobladores tienen ingresos muy escasos, viven al día, y los recursos para que los jóvenes pudieran ir a Azua no iban a ser sencillos de encontrar. Por esa razón buscamos una alternativa, nos reunimos con la dirección de la escuela, que posee un autobús escolar, para pedir el transporte de los jóvenes. También nos reunimos con el síndico del pueblo, que se comprometió a aportar el combustible. Finalmente se acordó que los jóvenes pagarían solo la dieta del chófer y podrían viajar los sábados y domingos para realizar el curso.
Ahora están finalizando el primer módulo, de camarero, y ya sueñan con los siguientes; tanto es así que han pedido a INFOTEP que les dé también un curso de inglés. Margarita, como todos los demás, está entusiasmada. Desde la Comunidad de San Pablo, a través de nuestro programa de becas, les ofrecemos ahora un incentivo adicional para cuando terminen el curso de INFOTEP: dos becas universitarias para estudiar turismo, para los dos más aplicados. ¿Le tocará a Margarita?
Centros educativos infantiles en Sabana Yegua celebran graduaciones
Los centros educativos infantiles de Sabana Yegua están de graduaciones en estos días. Los niños y niñas de los tres centros de la parroquia La Sagrada Familia (San Agustín en Sabana Yegua, La Divina Misericordia en El Alto y Nuestra Señora del Carmen en Los Negros) han celebrado el fin de curso y la graduación en sus respectivos niveles. Las fiestas estuvieron repletas de actividades y de diversión para los niños, animados por un grupo de payasos de la pastoral juvenil de la parroquia.
Quizá a alguien le parezca una costumbre un poco extraña, o incluso una exageración fuera de lugar, que se “gradúen” los niños en un centro educativo infantil a los cinco años. Sin embargo, en este contexto socioeconómico, consideramos que es importante, para fortalecer la autoestima y la toma de conciencia de su propia dignidad por parte los niños, celebrar sus pequeños logros junto a sus padres y profesores. Es, en definitiva, una oportunidad para compartir en familia e integrar a los papás en la educación de sus hijos. En una zona donde las posibilidades son mínimas y las carencias económicas abismales, celebrar el pequeño logro de un niño en sus primeras etapas formativas es sembrar esperanza y la certeza de que se pueden obtener también logros más grandes en la vida.
Es por eso que en nuestros centros hemos graduado recientemente a 42 niños y niñas, que ahora pasarán a la educación formal del Estado en el nivel de inicial. En nuestra zona son todavía muy pocos los niños que reciben educación pre-escolar. Así que nuestros niños tienen ventaja: llegan a la escuela con mucha ilusión, porque ya perdieron el miedo a las aulas y tienen el hábito de ir al centro educativo; asimismo, estos niños obtendrán mejores resultados en el nivel inicial y en la primaria porque ya parten de una buena base. Nos enorgullece poder brindar a las 130 familias que componen este programa la atención educativa, nutricional y de salud necesarias para sus hijos.
Agradecemos a todos nuestros colaboradores y benefactores el apoyo que ofrecen a los centros educativos infantiles, compartiendo estos pequeños logros.
"Soy Isabela, residente de quinto año de medicina. Estoy convencida de que hay otro camino y de que el mundo está cambiando para mejor". Así empieza el relato de Isabela Gómez, publicado recientemente en Planeta Futuro, del periódico El País, sobre su experiencia en nuestros proyectos en la República Dominicana. Os invitamos a leerlo, ¡vale la pena!
El día 29 de abril tuvo lugar la inauguración del acueducto de la comunidad rural Km. 8 (barrio San Antonio) y de la cancha de baloncesto de la comunidad Km. 7 (en Azua, República Dominicana).
Con estas dos últimas infraestructuras completadas finalizó un proyecto que ha durado casi tres años, realizado con la colaboración de la Parroquia La Sagrada Familia, al cargo de la Comunidad de San Pablo, y las organizaciones FUNDASEP (de la República Dominicana), Manos Unidas y Nuevos Caminos (estas dos últimas de España).
El proyecto beneficia a más de 2.000 personas, con componentes educativos, de salud, de generación de ingresos y en especial de infraestructuras, como la cancha de baloncesto y los dos acueductos comunitarios que se han podido construir, en Cañada de Piedra-Altagracia y en el Km. 8.
Se acabó el tener que sufrir la escasez de agua y el transporte a pie, cargando bidones por largas distancias bajo el sol. Ahora el agua está en cada casa gracias al esfuerzo de muchos, en especial de las comunidades participantes.
La celebración de fin de proyecto tuvo cantos, baile, discursos, bendiciones, comida y sobre todo mucha alegría. ¡Gracias a todos los que participaron y colaboraron las vidas de muchas personas han mejorado significativamente!
Desde la República Dominicana, Juan Manuel Camacho nos cuenta: “La Comunidad de San Pablo, a cargo de la parroquia La Sagrada Familia, gestionó el año pasado fondos para construir en el barrio Los Cartones de Sabana Yegua —uno de los barrios con mayor población de inmigrantes haitianos—, un centro de integración cultural. Se trata de un lugar donde dominicanos y haitianos se reúnen a compartir experiencias y a recibir capacitación.
En una de las reuniones organizativas de la Pastoral Haitiana la Sra. Roseline Manuel, más conocida como “Linda”, propuso impartir unos cursos de manualidades. Al principio pensé que sería algo poco significativo porque ¿quién querría aprender a hacer flores de papel? Y sin embargo decidimos que se haría la propuesta a la población en general, a ver qué pasaba. Días más tarde viene Linda llena de alegría diciendo que ya tenía tres lugares que querían realizar el curso y un total de 75 personas interesadas. El gozo de Linda era porque ahora ya tenía un grupo de personas interesadas en su curso pero mi gran gozo fue saber que no eran sólo miembros de la comunidad haitiana sino que también había dominicanos interesados. El sueño de tener a las dos comunidades juntas se empezaba a hacer realidad con unas flores de papel.
El curso se impartió una vez a la semana durante tres meses en las comunidades de Sabana Yegua, Tábara Abajo y el Km 7. En el día de la graduación, cuando cada uno iba dando sus testimonios todos mencionaban lo divertido que había sido el curso, pues Linda es de origen haitiano y aunque habla español, no lo domina tan bien como para enseñar. Así que había momentos en que tenían que acudir a la gesticulación para comprender lo que ella quería transmitir. Aun así, entre todos se ayudaron y el curso se llevó a cabo siendo un gran éxito y señal de integración ciudadana.
El liderazgo político y los medios de comunicación en la República Dominicana distan mucho de propiciar la integración de los inmigrantes de Haití en el país y se dedican más bien a magnificar los problemas y dificultades. El curso de flores de papel, en el que un grupo de personas de los dos países se sentaban a aprender y compartir habilidades, fue una señal de que la gente sencilla, normal y corriente, acoge, comparte y traba amistades más allá de las diferencias nacionales y lingüísticas.”
En el alejado pueblo de Barrera (Azua, República Dominicana), donde los hombres subsisten de la pesca, la quema de carbón y poca agricultura, muchas mujeres intentan ayudar, a menudo en vano, a la economía familiar.
Hace ya varios años empezamos a dar apoyo con becas, en especial para jóvenes madres de familia que querían mejorar sus vidas y las de sus hijos. Hasta el momento ya han estudiado una carrera universitaria diez mujeres de esa comunidad; tenemos educadoras, enfermeras, contables...
En este curso pasado, y con la colaboración de la Fundación Maite Iglesias Baciana (de España), Yudamaris y Yomaira Méndez, licenciadas en enfermería, pudieron realizar un diplomado en habilitación docente en la Universidad Católica de Santo Domingo. Ya terminaron hace unos meses y Yomaira consiguió una plaza como educadora en la escuela secundaria de su localidad. En Barrera, debido al esfuerzo del gobierno en ampliar la jornada escolar, se construyó una escuela primaria nueva, que tiene clases durante siete horas (a diferencia de cuatro horas antes) y la antigua escuela primaria es ahora secundaria. Antes los jóvenes del pueblo tenían que desplazarse a otras comunidades para cursar secundaria, con enormes dificultades de transporte. Como el gobierno necesita muchos docentes por el nuevo plan educativo de tanda extendida, las dos hermanas, licenciadas en enfermería, decidieron realizar el diplomado de habilitación docente y pasar al sector educativo para conseguir un trabajo. Yomaira ya lo ha conseguido y esperamos que Yudamaris lo haga pronto.
Encontramos a Yomaira hace unos días en una reunión para iniciar microcréditos con mujeres de su pueblo. Ella sigue con el botiquín de la comunidad, que es un proyecto de la parroquia, y nos mostró muy contenta y agradecida su título (como puede verse en la foto adjunta). ¡Yomaira, muchas felicidades!
A finales de enero de este año las autoridades dominicanas confirmaron los primeros diez casos de virus zika en el país. Como ya han informado ampliamente los medios de comunicación, la enfermedad, transmitida por el mosquito aedes aegypti (que también transmite el dengue y la chikungunya) se está propagando en Latinoamérica y el Caribe.
La enfermedad ha causado alarma en la región. Se sabe que provoca fiebre, erupción cutánea y dolor de articulaciones, síntomas similares a la chikungunya, pero la peor amenaza es la microcefalia en recién nacidos reportada en Brasil.
El Ministerio de Salud de la República Dominicana ha iniciado una campaña de prevención y sensibilización sobre el tema con charlas en las que se enfatiza especialmente la necesidad de desarrollar un buen tratamiento del agua y de las basuras, así como los posibles riesgos para las embarazadas.
En la zona de Azua no se han reportado casos, sin embargo, a nivel parroquial también se están iniciando charlas sobre el tema. Es una buena oportunidad para insistir en el saneamiento ambiental de pueblos y viviendas, creando una cultura de limpieza. Esto no solo servirá para la prevención del zika sino también del dengue, la chikungunya, infecciones gastrointestinales así como enfermedades de la piel, que afectan más ampliamente a la población que el virus del zika.
También servirá, pensamos, para promover la prevención de embarazos no deseados entre adolescentes y mujeres jóvenes, fomentando la paternidad responsable, pues Azua es una de las provincias con mayor índice de embarazos adolescentes. En conclusión, queremos convertir la mediatizada amenaza del virus zika en una oportunidad más para hablar y trabajar por una salud mejor para todos.
Cada año el obispo de San Juan de la Maguana, en la República Dominicana, Monseñor José Grullón, comparte unos días con la Comunidad de San Pablo, a cargo de la Parroquia La Sagrada Familia en Sabana Yegua. Lo hace coincidiendo con la fiesta de la Sagrada Familia, justo después de Navidad. En esa visita pastoral celebra confirmaciones y lleva a cabo reuniones con los diferentes líderes de la parroquia.
Como preparación para la visita hay que tener a punto el censo parroquial realizado por voluntarios que analiza en 27 preguntas diferentes aspectos y necesidades de la población. Con esta radiografía espiritual y material de la parroquia, el obispo analiza cada comunidad, dialoga sobre los retos y dificultades y en equipo se trazan metas para las distintas áreas de vida eclesial en el próximo año. Cada comunidad, a su vez, agasaja al obispo con una comida festiva, con una obra de teatro, una canción u otras muestras de cariño. Su cercanía y simpatía nos animan a continuar con el compromiso cristiano en nuestros lugares. ¡Una visita que se agradece!
Con cada curso escolar en la República Dominicana comienza un año más de ilusiones, y también de retos, no sólo para los estudiantes sino también para sus maestros. Y se reinicia también una vez más, el debate sobre la educación en el país.
Un dato tristemente significativo nos sirve para contribuir a este debate. El pasado 29 de julio de 2015 en el periódico dominicano Hoy aparecía la noticia: el país se encuentra en la posición 146 de 148 países en la calidad de educación primaria. El artículo no precisa cuáles son los 148 países, pero imaginamos que no estamos hablando de América Latina (46 países), sino de los casi 200 países en el mundo, donde 148 serán los que ofrecen datos estadísticos en referencia a este tema.
Que un paíssituadoen la zona alta del Índice de Desarrollo Humano, con una democraciasaludabley conestabilidad social y política,estéa la coladeesta estadística no deja de serundatotrágico. Claro que el problema de la educación es siempre una cuestión compleja y en ella hay que considerar muchos elementos, como las infraestructuras ylosplanes educativos, entre otros. En este sentido, es una muy buena noticia que desde la consecución, en 2013, del 4% del presupuesto para la educación, se han venido construyendo un gran número de escuelas y se ha mejorado los equipamientos, aumentando significativamente la jornada escolar de gran parte de los estudiantes.
Pero aparte delproblema de infraestructura tendremos quemirar también la situación delpersonal docente.Es un secreto a voces que uno de los principales problemas en la educación eslafalta depreparación y motivación delprofesorado. Esimposible poner en un mismo saco a un colectivode65.000 personas (entredocentes de primaria y secundaria)sin cometer algún tipo de injusticia. Pero,de hecho,en 2011lascarreraseducativas sumaban el42% de todos los graduados universitarios del país en ese año. No es casualidad: ni tampoco, y ahí radica el problema, un interés generalizado porenseñar alosmás jóvenes. Lo cierto es quecon eltítulode magisterio es relativamente fácil conseguir un trabajo bien remuneradoyasegurado prácticamente de por vida, puesto que los maestros pasan a ser funcionarios del sector público del país y cuentan con el apoyo del sindicato ADP(Asociación Dominicana de Profesores), una de las organizacionessociales máspotentes e influyentes enel país.
La docencia es una profesión exigente y de un carácternetamentevocacional. Cuandoseburocratiza y se convierte en una bolsa de trabajode fácil acceso, dondelos nombramientos(es decir,conseguir plaza fija)se usan a menudopara, y mediante,favoritismos políticos, el resultado es de dramáticas consecuencias:falta de motivaciónypreparaciónpedagógica, falta de seguimiento deestudiantesy sus familias, apatía, o estrés, entre el profesorado,altos índices de absentismo escolary claro está, bajo rendimiento académico.
La solución a este círculo funesto de la educación(un bajo nivel profesional de los maestros produce un bajo nivel académico de los alumnos), pasa por aumentar el nivel de exigencia de los centros universitarios, demandar un buennivel académico yprofesionalal personal docente, mejorar los incentivos y reconocer el rendimiento profesional, consolidarlos procesos evaluativos del personal y de los centros, y sobre todo desvincular la docencia de injerencia políticas, creando órganos independientesqueauditenen el sistema educativo,tanto en loadministrativo como en lo académico ypedagógico. Son cambios quizásutópicos yquiméricos,perosaber que estamos a la cola en laeducaciónbásicay no empezar a plantearse cambios profundos en el sistema educativo se nos antoja una irresponsabilidad.
Nos unimos a las palabras delministrode Economía, Planificación y Desarrollo, Juan TemístoclesMontás,al afirmar que si en República Dominicana no se propicia “un profundo cambio en el sistema educativo, no es verdad que vamos a estar preparados para competir con naciones que están dedicando esfuerzos, recursos y tiempo a investigación, desarrollo e innovación”.
Enrique trabajaba con la Comunidad de San Pablo cuando nació su hijo Juan Francisco (Piki) con una grave deformidad en las piernas. Pronto contactamos con una institución de Santo Domingo, “Corazones Unidos”, que se ocupó de la primera intervención quirúrgica del pequeño. Posteriormente conectamos con Katy, una señora de los EE.UU. que expresó interés en ayudar al niño.
Se le tuvieron que amputar las dos piernas y se le pusieron prótesis. Katy, que desde EE.UU. ha viajado infinidad de veces a la República Dominicana, ha sido y es su segunda mamá, y anualmente lo recibe en su casa de Saint Louis, durante las vacaciones escolares del chaval, al tiempo que en el hospital se le van adaptando las prótesis para adecuarse a su crecimiento.
En la familia de Piki son siete hermanos y su mamá, que tiene graves problemas de salud, no puede atender a los pequeños. Con un sueldo de vigilante, Enrique lucha por sacar adelante a sus hijos y ha encontrado un gran apoyo en Katy, que ayuda a Piki y al bienestar de toda la familia.
Hace pocos días un periodista de CDN (canal dominicano de noticias) vio a Piki por la calle y le impactaron su alegría y sus habilidades. Nos comentaba que frente a las malas nuevas que presentan día a día los noticieros conocer a Piki ha sido un soplo de esperanza y ha querido mostrar al público el afán de superación del pequeño. Aquí os dejamos la corta entrevista a Piki y su familia que CDN emitió. Piki es, realmente, un ejemplo de alguien que, frente a enormes desafíos, vive enamorado de la vida.
En el pasado mes de julio nos propusimos encontrar buenos corazones para salvar el de Altagracia Pujols, de 27 años, que vive en la República Dominicana y que requería una cirugía cardiológica urgente. Necesitábamos apoyo económico, y la generosidad de muchos amigos de la Comunidad de San Pablo quedó bien demostrada una vez más: conseguimos los fondos que le faltaban para la intervención, e incluso algunos más, que destinaremos a nuestro centro de salud allí.
Hubo un gran compás de espera ya que Altagracia estaba baja de peso y tuvo una infección que retrasó la cita para la cirugía. También se tuvo que conseguir doce donantes de sangre, a los que también queremos enviar, desde aquí, nuestro sincero agradecimiento. Finalmente fue operada en CECANOT, en Santo Domingo, el día 6 de octubre. La cirugía fue un éxito y tras unos días de recuperación en cuidados intensivos y en sala, Altagracia está de nuevo en su casa, contenta y con un corazón sano.
En nombre de Altagracia, de su familia y de nuestro equipo en la República Dominicana, os damos las gracias… ¡de todo corazón!
En los pasados meses de julio y agosto, como cada año, nos visitaron desde Barcelona los jóvenes de la Asociación Sonríe y Crece, con su hermosa labor de voluntariado en la República Dominicana. Por las mañanas dan clases de refuerzo escolar a los niños con más necesidad de Sabana Yegua, y por las tardes organizan elaboradas actividades de educación informal, el juego con valores, y la formación de monitores.
Os queremos hacer llegar un extracto de su reflexión final de este pasado “verano".
«Si algo hemos aprendido con seguridad es que para enseñar se necesita paciencia y dedicación. Sorpresa fue la de los primeros días cuando te das cuenta que de toda la clase que tienes delante, posiblemente más de un 95% de chavales lo único que necesitan es que les hagas un poco caso, que los escuches. Si tenemos dos orejas y una boca es porque debemos escuchar el doble y hablar la mitad.
Sabana Yegua nos ha brindado paulatinamente la oportunidad de conocer la realidad de las familias, más desestructuradas que estructuradas, donde la normalidad es más parecida a nuestra anormalidad, y es que tener cuatro hermanos, todos de padres distintos y vivir en casa de un padre que no es el tuyo, aquí es lo más habitual.
Hemos comprobado que el amor y el apoyo al hijo por parte de los padres es esencial, que en la calle se pueden aprender muchas cosas, pero el papel del padre y la madre no puede ser sustituido por otras figuras. Todo niño necesita ser regañado si hace algo mal, pero igual o más importante es que sea escuchado y felicitado por lo que hace bien. Haciendo referencia más directa ahora a las clases de la escuelita, hemos llegado a la conclusión de que los niños a los que sólo regañas no funcionan, se frustran, se derrumban, pierden las ganas de aprender, y dejan perder su futuro por culpa de un presente que los estanca; en cambio, lo que llamamos “refuerzo positivo” funciona a la perfección.
Lo que nos queda clarísimo es que hay frases que nunca se pueden decir a los niños: "tú no sirves para nada", "no llegarás nunca a ninguna parte", "eres un desastre trabajando", "tú nunca harás nada bien"... A todo niño se le deben abrir puertas y no cortar las alas cuando todavía les están creciendo. Les tenemos que hacer soñar y que aprendan a luchar por lo que quieren conseguir, todo esfuerzo tiene su recompensa. Dejarles claro que las únicas barreras que tienen son las que ellos mismos se ponen.
Acabamos esta reflexión remarcando también que no dejaremos de esforzarnos para que todo niño tenga una niñez justa. Del mismo modo que todo niño necesita una pequeña llamada de atención cuando no hace algo bien, también necesita hablar y ser escuchado, animado y amado. Estar en Sabana Yegua ha sido indudablemente una experiencia mucho más que enriquecedora y estamos muy agradecidos por todo el apoyo recibido desde España y la parroquia de Sabana Yegua.
Desde República Dominicana Dolores Puértolas nos cuenta lo siguiente:
«Emulando el slogan de Barack Obama en su campaña hacia la presidencia de los EE.UU., el grupo de Pastoral de la Mujer de la Parroquia de Sabana Yegua, en el sur de la República Dominicana, terminamos nuestras reuniones con este adecuado grito de guerra: ¡SÍ, SE PUEDE!
Para nosotras no es un lema político sino una idea que queremos que las mujeres hagan suya. Soñamos en empoderar a las mujeres, fortalecer su autoestima, capacitarlas y proveerles de recursos para mejorar sus vidas. Hace un año invité a cuatro mujeres profesionales del pueblo a unirse a mí y formar un equipo para conseguir que un buen número de mujeres vulnerables y sin estudios pudieran superarse.
El grupo, que se reúne quincenalmente, tiene capacitaciones de todo tipo y también da apoyo a casos particulares, al mismo tiempo que se ha configurado como un grupo de amigas y de apoyo mutuo. Lo más importante es que tras un año de reuniones se sienten felices de haber recibido talleres de autoestima, salud, familia, comunicación, psicología, contabilidad casera, etc. Y ahora estamos pasando a la segunda fase, la formación en emprendimiento, para que puedan iniciar pequeños negocios y ganen un sustento para ellas y para su familia. Muchas de las que acuden son madres solteras que han criado entre 5 y 7 hijos. Algunas han llegado a plantearse ir a la universidad, pero ante la falta de recursos han preferido que sus hijos mayores puedan hacerlo, sacrificándose ellas una vez más. Son mujeres luchadoras; la mayoría no se han echado atrás ante las dificultades de la vida, realizando todo tipo de trabajos (¡incluso quemar carbón!) para sacar adelante la familia y lo cuentan con orgullo. También nosotras nos sentimos muy orgullosas de quienes son y de su voluntad de empoderarse, y por eso al finalizar las reuniones terminamos con el ‘grito de guerra’ para poder salir al campo de batalla de la vida: ¡Sí, se puede!”