«Emulando el slogan de Barack Obama en su campaña hacia la presidencia de los EE.UU., el grupo de Pastoral de la Mujer de la Parroquia de Sabana Yegua, en el sur de la República Dominicana, terminamos nuestras reuniones con este adecuado grito de guerra: ¡SÍ, SE PUEDE!
Para nosotras no es un lema político sino una idea que queremos que las mujeres hagan suya. Soñamos en empoderar a las mujeres, fortalecer su autoestima, capacitarlas y proveerles de recursos para mejorar sus vidas. Hace un año invité a cuatro mujeres profesionales del pueblo a unirse a mí y formar un equipo para conseguir que un buen número de mujeres vulnerables y sin estudios pudieran superarse.
El grupo, que se reúne quincenalmente, tiene capacitaciones de todo tipo y también da apoyo a casos particulares, al mismo tiempo que se ha configurado como un grupo de amigas y de apoyo mutuo. Lo más importante es que tras un año de reuniones se sienten felices de haber recibido talleres de autoestima, salud, familia, comunicación, psicología, contabilidad casera, etc. Y ahora estamos pasando a la segunda fase, la formación en emprendimiento, para que puedan iniciar pequeños negocios y ganen un sustento para ellas y para su familia. Muchas de las que acuden son madres solteras que han criado entre 5 y 7 hijos. Algunas han llegado a plantearse ir a la universidad, pero ante la falta de recursos han preferido que sus hijos mayores puedan hacerlo, sacrificándose ellas una vez más. Son mujeres luchadoras; la mayoría no se han echado atrás ante las dificultades de la vida, realizando todo tipo de trabajos (¡incluso quemar carbón!) para sacar adelante la familia y lo cuentan con orgullo. También nosotras nos sentimos muy orgullosas de quienes son y de su voluntad de empoderarse, y por eso al finalizar las reuniones terminamos con el ‘grito de guerra’ para poder salir al campo de batalla de la vida: ¡Sí, se puede!”