El centro de desarrollo de la Comunidad de San Pablo en el barrio El Pesebre de Bogotá ha dado inicio a sus actividades de 2021 a pesar de la situación de pandemia
En este nuevo año escolar le planteamos a la profesora de los cursos de Corte y Confección que trabajara veinte horas semanales (ocho más que en el pasado), para así poder acomodar las estudiantes en grupos más pequeños, en los cuales se pueda conservar el distanciamiento social. Ella aceptó la propuesta, y el 1 de febrero empezó con ocho grupos de a seis alumnas cada uno, por un total de 48 estudiantes (y tenemos lista de espera). Cinco grupos están formados por mujeres que ya habían iniciado su formación en años anteriores, y hay tres grupos nuevos, de estudiantes que apenas empiezan su instrucción en el manejo de las máquinas de coser.
Por otro lado, el profesor que ofrece clases de refuerzo escolar a niños y niñas de primaria inició también la primera semana de febrero con un total de 20 alumnos (la capacidad del aula que usamos para este programa, con las medidas de bioseguridad, no permite aumentar este número), divididos en cuatro grupos, a los que atiende todas las tardes, de martes a viernes.
En 2021 también hemos ampliado las horas de servicio de las dos terapeutas que ofrecen acompañamiento psicológico a personas del barrio: ahora entre las dos trabajan 25 horas semanales, y están viendo a un promedio de cincuenta pacientes.
Asimismo, la enfermera que la CSP contrató en 2020 para que realizara visitas domiciliarias a personas enfermas de los barrios en los que trabajamos sigue animada con este proyecto, viendo a un promedio de 10 a 15 enfermos por semana.
A finales de febrero también reiniciamos las clases de guitarra para niños en Casa Garavito, que quedaron interrumpidas hace un año a causa de la pandemia. Por razones obvias, todavía no hemos podido reiniciar las clases de formación para adulto mayor… para eso estamos esperando que la situación mejore, ¡aunque varios abuelos del barrio ya nos han manifestado su deseo de que no demoremos mucho, pues echan de menos sus clases!