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21/07/2022 - CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA FAMILIA EN EL CENTRO SAN JOSÉ, CIUDAD DE MÉXICO

 



El Centro Comunitario de desarrollo Infantil San José ofrece una atención integral a los niños de edades preescolar en Jardines de San Juan Ajusco, Ciudad de México, un barrio afectado por la marginación social y la falta de recursos.

Para nuestra programación de actividades del pasado mes de junio, incluimos el tema de “La Familia” para trabajar con niños, puesto que anteriormente, en el mes de abril, celebramos el día del niño, en mayo el día de madre y en junio celebramos el día del padre: así pudimos unir estas celebraciones en una fiesta de conjunto.

En los salones trabajamos con los niños el tema de la familia durante todo el mes mediante diferentes actividades como dibujos, y cuentos sobre la familia: quiénes conforman una familia, papá, mamá, hermanos, abuelos, tíos, primos etc., y crear la conciencia sobre el papel fundamental de las familias para ellos desde la primera infancia.

También realizaron manualidades, que al finalizar el día los niños entregaron a sus papás como regalo.

Desde su edad tan temprana, los niños tienen muy claro qué es la familia, se identifican con sus familiares como personas que los quieren, los cuidan, los comprenden y se preocupan por ellos.

El pasado 17 de junio, celebramos el Día de la Familia en el centro San José, y tuvimos una convivencia con los niños acompañados de los miembros de sus familias. Las educadoras prepararon bailes por grupos con los niños que presentaron para sus familiares. Este evento fue el primero que pudimos realizar con todos desde el inicio de la pandemia hace ya más de dos años, y todos los familiares que participaron se marcharon muy contentos de haber disfrutado y animado el baile de los niños.

19/08/2021 - CELEBRACIÓN DE FIN DE CURSO Y GRADUACIÓN EN EL CENTRO COMUNITARIO DE DESARROLLO INFANTIL SAN JOSÉ 2020-2021, DURANTE LA PANDEMIA DEL COVID-19 (CIUDAD DE MÉXICO)
 

La educación es fundamental para avanzar hacia sociedades más justas y luchar contra la pobreza, especialmente en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, cuando se interrumpe la educación, los niños y niñas que dependen de programas escolares para acceder además a algunos servicios básicos, como los de alimentación y nutrición, están expuestos a una mayor vulnerabilidad porque, durante el tiempo que no van a la escuela, dejan de recibir esos servicios.
 
El Centro Comunitario de Desarrollo Infantil San José se comprometió desde el principio de la pandemia a garantizar que los programas educativos y de alimentación no se vieran afectados por la contingencia, y, a pesar de las dificultades, el pasado 9 de julio el centro pudo celebrar la graduación de 32 niños y niñas de preescolar tres, que empezarán una nueva etapa en la escuela primaria el próximo ciclo escolar, después del verano.
 
Desde el inicio de la pandemia, a mediados de marzo 2020, todas las escuelas en México han estado cerradas, y la educación se está impartiendo a distancia. Todos los niños y niñas y adolescentes realizan sus tareas y actividades escolares desde casa. El principal reto son las enormes desigualdades sociales-educativas, con muchas familias en un estado de vulnerabilidad tal que no han podido acceder a las nuevas formas de impartir la educación a las familias.
 
Durante el curso escolar 2020-2021 estuvimos trabajando juntos desde el Centro San José con los padres de familia para garantizar el buen desarrollo de los niños y niñas atendidos en el centro: se mantuvieron actividades educativas y servicio de comedor comunitario de manera presencial escalonado, a un cupo del 30% de la capacidad del centro, y observando las medidas sanitarias de protección.
 
Este curso que ahora ha culminado estuvo marcado por muchos cambios, pues estuvimos trabajado con menos niños al día y complementando con actividades escolares a distancia. A dos meses antes de finalizar el curso, el semáforo epidemiológico de la pandemia de Covid-19 nos permitió poder trabajar con todos los niños de preescolar 3 y apoyarlos en sus áreas débiles para prepararlos para su nueva etapa de formación.
 
Celebramos este logro con una Eucaristía de acción de gracias y una pequeña ceremonia de graduación de los 32 niños y niñas de Preescolar 3, acompañados por algún familiar y el equipo del centro. Un aspecto positivo en esta situación ha sido la colaboración de los padres, que han sido más colaboradores que en otras circunstancias. Entendieron la gravedad del momento y que su cooperación era esencial para el beneficio de los niños.
 
A un mes de que comience el próximo ciclo escolar 2021-2022, el país continúa registrando nuevos contagios, así como un alza en el repunte por la tercera ola del Covid-19. Las autoridades educativas finalmente han anunciado la vuelta a las clases presenciales, lo que ha creado opiniones divididas entre los padres de familia.
 
El desafío del Centro San José para el próximo ciclo escolar será también poder mantener la buena salud mental de los pequeños, que necesitan interactuar entre ellos, y seguir garantizando la continuidad de sus aprendizajes en este contexto de pandemia.


 

28/07/2021 - MULTIPLICAR MEDICINAS EN PLENA PANDEMIA
 

Los retos que tenemos que enfrentar frente a esta pandemia, lo sabemos bien, son muchos y complejos, y varían mucho entre países y clases sociales. Las comunidades cristianas, familias, parroquias o asociaciones, también lo sabemos, estamos llamados a llevar a cabo acciones proféticas, que denuncien las injusticias de nuestras sociedades, a la vez que anuncien los caminos de la solidaridad y de la generosidad.

En la comunidad parroquial del Rosario, en la Ciudad de México, antes de empezar la pandemia, ya habíamos iniciado un proyecto de banco de medicinas, con la finalidad de ofrecer medicinas a personas en situación de vulnerabilidad, promoviendo donaciones por parte de la comunidad, y también para canalizar medicinas caducadas a una institución que las destruye bajo control medioambiental y así retirarlas de los hogares, evitando accidentes y que pudieran acabar en la basura, con el consecuente riesgo y contaminación.

La pandemia agravó la carestía de medicamentos entre la población: el desempleo formal masivo hizo que familias enteras perdieran su afiliación al Seguro Social, lo que aquí significa perder el acceso gratuito a los productos farmacéuticos. Millones de enfermos crónicos que dependen de medicamentos para mantener su estado de salud de pronto se vieron ante la necesidad de comprar los mismos, a precios muchas veces inaccesibles. Junto con ellos, las personas sin empleo formal afiliadas a las clínicas de gratuidad vieron cómo fueron desapareciendo las ayudas con medicamento a consecuencia de una grave crisis de desabasto de medicamentos propiciada por el contexto político.

En la oficina parroquial hemos sido testigos del número creciente de personas que se han acercado en estos meses con sus recetas buscando todo tipo de medicinas, especialmente para tratar condiciones crónicas, que muchas veces significan la cruel e imposible disyuntiva de invertir los escasos recursos económicos disponibles en medicinas, o bien en alimentos, pago de renta de vivienda, u otras necesidades básicas. Así hemos visto a pacientes diabéticos que llevan semanas sin insulina, epilépticos con crisis repetidas desde que dejaron de medicarse, y un largo etcétera de situaciones complejas.

Pero a medida que aumentó la demanda, también pudimos ampliar la red de personas y parroquias que se comprometieron a promover las donaciones de medicinas por parte de aquellos que ya no las utilizan. Y así, de forma discreta y anónima, bolsa tras bolsa, el banco de medicinas se ha ido nutriendo para poder en estos momentos surtir un promedio de 400 recetas mensuales, ¡5,000 desde que inició la pandemia!

Las iniciativas solidarias tienen éxito cuando son respaldadas por la generosidad de las personas, que responden frente a necesidades reales de la comunidad. Nuestro pequeño banco de medicinas es testigo de que, caja tras caja, hasta las medicinas se pueden multiplicar en plena pandemia.

 

13/04/2021 - UN JUEVES SANTO DIFERENTE: LAVATORIO DE PIES Y ZAPATOS NUEVOS
 

Repasando experiencias de distintos miembros de la Comunidad de San Pablo en esta Semana Santa pasada, reproducimos aquí este testimonio de Pablo Cirujeda desde la Ciudad de México
 
En el marco de las celebraciones de Semana Santa que organizamos en la Rectoría del Rosario, en la Ciudad de México, con el apoyo de otras tres parroquias del decanato, tuvimos la idea de organizar un lavatorio de pies diferente para el pasado Jueves Santo.
 
Desde hace un año estamos cocinando y entregando comida a la población desempleada y en situación de calle que se congrega alrededor de la terminal de autobuses y parada de Metro Observatorio, justo en el límite parroquial. Esta actividad se realiza cada martes y jueves, y hemos podido compartir ya más de 15.000 comidas calientes en el tiempo transcurrido.
 
Pensamos en realizar para el Jueves Santo un lavatorio de pies tras la entrega de comida a todas las personas que quisieran recibir este gesto arriesgado y humilde de Jesús. Tras un año caminando con esta población marginal, son innumerables las historias y encuentros que nuestro equipo de pastoral ha atesorado con ellos: historias de violencia, marginación, esperanza, adicciones, lucha, migración…
 
Sin embargo, a diario somos testigos de la carestía en la que se encuentran estas personas, y de que en muchas ocasiones nos han solicitado apoyo con ropa, zapatos o medicinas. ¿Cómo lavarles los pies y ver que esos mismos pies regresan a unos zapatos rotos y gastados? Así que durante el tiempo de Cuaresma nos dedicamos a juntar zapatos nuevos o usados en buen estado entre muchos voluntarios y donantes, y también calcetines para completar cada par.
 
Llegado el Jueves Santo, tras la entrega al mediodía de las habituales 250 comidas, invitamos a nuestros protagonistas a dejarse lavar los pies por alguno de los cuatro sacerdotes presentes, o por algunos voluntarios de este proyecto comunitario. Uno a uno fueron pasando por este sencillo ritual, terminado el cual les pudimos obsequiar con un par de zapatos y calcetines nuevos.
 
Gracias al apoyo de un nutrido grupo de voluntarios de las cuatro parroquias que colaboramos con este proyecto, incluido un coro juvenil, la ceremonia se realizó con orden y mucha emoción por parte de las personas que salían obsequiadas con su calzado nuevo.
 
Este Jueves Santo, a pesar de las necesidades que ha generado la pandemia, pudimos compartir un poco de solidaridad con algunos de los más afectados por la falta de empleo y de un hogar digno.


 

30/09/2020 - INICIO DE CURSO DIFERENTE EN EL CENTRO SAN JOSÉ (MÉXICO)
 

El fenómeno del coronavirus ha afectado todas las dimensiones de la vida cotidiana de millones de personas en el mundo entero. Las consecuencias económicas, familiares y sociales son cada día más perceptibles. Desde el centro San José en el Ajusco (México) estuvimos trabajando con la comunidad durante los meses de confinamiento con un programa de apoyo alimenticio y actividades educativas a distancia para las niñas y niños en edades preescolar atendidos en el centro, con sus retos y problemas, ya que no todas las familias cuentan con medios para el seguimiento digital y a distancia. El centro estuvo trabajando de esta manera desde el inicio del confinamiento por la pandemia, a mediados de marzo, hasta terminar el curso escolar a finales de junio 2020.
 
Para el inicio del nuevo curso escolar 2020-2021, el equipo del centro San José, junto con los padres de familia, nos planteamos la necesidad de reabrir el centro para seguir con el buen desarrollo de los 115 niñas y niños inscritos. La idea es trabajar con ellos actividades educativas y reanudar el servicio de comedor comunitario de manera presencial escalonado, a un cupo del 40% de la capacidad del centro, y observando todas las medidas sanitarias de protección. Para organizar la manera de funcionar en esta nueva modalidad tuvimos reuniones con los padres de familia, y recibiendo todo su apoyo, al fin el pasado 31 de agosto reabrimos las puertas del centro para el inicio del nuevo curso.
 
Fue un inicio de curso muy diferente. Para empezar, estamos acostumbrados al manejo diario de más de 100 niños, y recibir ahora solamente una tercera parte hace el funcionamiento más ágil: se nota más calma y un orden inusual en los salones en comparación con trabajar con todo el grupo. De igual manera, la mayoría de los niños de nuevo ingreso notamos que se sienten más acogidos con un grupo pequeño, reciben más atención de la maestra y se sienten más cobijados en el grupo. El otro punto para destacar es que casi no hay faltas de asistencias, a no ser por enfermedad o algún asunto que lo impida, ya que los papás no quieren perder los únicos días que les toca asistir al centro. Están muy emocionados y agradecidos con el centro por esta iniciativa y todos albergan la esperanza de que pronto pasen los malos tiempos que estamos viviendo por la pandemia y poder volver a la normalidad.
 
Para esta nueva forma de funcionar, una de las medidas de prevención para la salud es el uso obligatorio de mascarillas, que es un reto muy grande para niños tan pequeños: se les pierden, los muerden o se olvidan de su uso, aunque estamos en todo momento intentando que se usen de forma correcta.
 
Las maestras están contentas con esta iniciativa, aunque tengan que poner más esfuerzo para lograr el óptimo aprendizaje en los niños. Aparte de las actividades que desarrollan con los pequeños en el centro, siguen trabajando a distancia con los papás enviando tareas, resolviendo dudas y teniendo citas de asesoría con ellos en los casos necesarios.
 
Los niños del centro San José están muy felices de poder volver a su hogar después de varios meses, aunque no entienden muy bien el por qué de la asistencia de manera escalonada, y algunos piden a sus maestras poder venir todos los días. Aun en estas circunstancias excepcionales, en el centro San José reciben una atención integral desde los 18 meses a 6 años que añade valor a sus vidas.


 

15/07/2020 - DAR DE COMER AL HAMBRIENTO


En cada uno de los países en los que estamos presentes, de distintas maneras, estamos siendo testigos de las consecuencias económicas y sociales de la pandemia por el nuevo coronavirus, como el hambre, el desempleo, o el incremento de los conflictos familiares y domésticos. En la Ciudad de México, en la que estamos trabajando tanto con el proyecto comunitario del centro de desarrollo infantil “San José” como en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de la que Pablo Cirujeda es el rector, hemos impulsado y coordinado diferentes iniciativas para paliar los efectos de esta crisis, mediante el reparto de despensas a familias vulnerables, y el apoyo con ropa, enseres, libros, medicamentos, etc., a numerosas personas que se están quedando sin recursos para cubrir sus necesidades básicas.

Entre todas estas iniciativas, en la mencionada parroquia, unos laicos señalaron una necesidad concreta que habían identificado alrededor del Metro Observatorio: en la terminal de autobuses cercana se suelen congregar jornaleros de la construcción, ya que sirve como punto de contratación para el empleo temporal. Debido al parón económico, decenas de personas malviven ahora en la terminal, esperando un trabajo que no llega, mientras no tienen ingresos para cubrir siquiera su comida diaria, ni mucho menos una vivienda, pues se trata de trabajadores foráneos que acuden a la Ciudad de México de otros estados en búsqueda de un sustento para sus familias.

A principios de junio empezamos a preparar comida para esta población, y ofrecerla al mediodía en la terminal de autobuses: cien comidas guisadas, acompañadas de agua y tortillas, eran entregadas en apenas veinte minutos y consumidas por personas hambrientas y agradecidas por la oportunidad de llenar su estómago en medio de la crisis. Desde entonces hemos repetido la iniciativa dos veces por semana, los martes y los jueves, y hemos aumentado a 130 comidas, habiendo alcanzado ya las 1.500. Varias parroquias de la zona se han sumado a esta iniciativa, colaborando con comida o voluntarios para darle continuidad a este proyecto. Tampoco han faltado las donaciones de alimentos por parte de personas e instituciones que han querido apoyar al equipo parroquial que sigue preparando, con ilusión y cariño, cada martes y jueves la comida para los jornaleros desempleados de la Central Camionera Poniente de Observatorio en la Ciudad de México.

Mientras siga la necesidad, el equipo se ha comprometido a continuar con este proyecto y ofrecerle de comer al hambriento, mientras experimentamos la enorme satisfacción del agradecimiento de aquellos que se han quedado completamente desamparados en el contexto de la crisis que estamos viviendo.


 

19/05/2020 - LAS BIENAVENTURANZAS, HOJA DE RUTA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
 

“Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran, pues serán consolados.
Bienaventurados los humildes, pues heredarán la tierra.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, pues recibirán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, pues verán a Dios.
Bienaventurados los que procuran la paz, pues serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.” (Mateo 5, 3-10)
 
Estas palabras de Jesús, grabadas tan vivamente en la memoria de sus discípulos de la primera hora, y transmitidas hasta nuestros tiempos, han sido consideradas por muchos como el texto esencial del mensaje cristiano, su síntesis más acertada, capaz de interpelar la vida de cualquier persona y de cobrar relevancia frente a cualquier reto o situación histórica.
 
Sin duda, las bienaventuranzas adquieren hoy de nuevo su sentido pleno frente a la situación de pandemia que estamos viviendo, y que todavía se está desarrollando frente a nuestros ojos de forma incierta, sin que podamos conocer el futuro que se está gestando, la famosa “nueva normalidad” hacia la que nos dirigimos a nivel global y también a nivel local y personal. En cada una de nuestras realidades estamos siendo testigos de tantas situaciones desgarradoras de pobreza, llanto y desesperación… junto con innumerables testimonios de misericordia y de compromiso con los más vulnerables.
 
Si releemos las palabras de Jesús con detenimiento observaremos que están claramente agrupadas: las primeras cuatro bienaventuranzas hablan del sufrimiento pasivo (el de los pobres, los que lloran, los que sufren…) al que hoy están sometidas tantas personas, atrapadas por la contingencia sanitaria, social y económica, mientras que las cuatro siguientes mencionan también a aquellos que trabajan por remediar ese mismo sufrimiento (los misericordiosos, los de corazón limpio, los que trabajan por la paz y la justicia…). Vemos, pues, que Jesús se dirige tanto a los que se ven abrumados e impotentes ante el sufrimiento presente, como a los que tienen la posibilidad de enfrentarlo y comprometerse con un futuro más justo y equitativo.
 
Las bienaventuranzas no contienen una promesa vacía de un consuelo futuro, ni una invitación a la resignación ante el sufrimiento presente. Antes bien, son una invitación activa a trabajar por remediar las causas del sufrimiento humano, ahora y aquí, y en toda circunstancia histórica, definiendo así el verdadero itinerario de vida cristiana, porque el reino de los cielos que anuncian ya está presente entre nosotros, y puede y debe ser construido con el compromiso por la paz y la justicia, desde la misericordia y la limpieza de corazón de quienes saben conmoverse frente al hermano que llora de impotencia y de rabia frente a la pérdida de un ser querido, y está pasando hambre por haberse quedado sin trabajo y sin medios para mantener a su familia y pagar el alquiler de su vivienda.


 

31/10/2019 - MES DE MISIONES EN CIUDAD DE MÉXICO
 


Con motivo del mes extraordinario de misiones convocado por el Papa Francisco para octubre de 2019 la Arquidiócesis Primada de México propuso que todas las parroquias se sumaran a esta iniciativa mediante una “megamisión” para salir al encuentro de las personas más necesitadas de alegría y de esperanza en el propio entorno de esta gran ciudad.
 
En la Rectoría de Nuestra Señora del Rosario, que dirige Pablo Cirujeda, de la Comunidad de San Pablo, todos los grupos parroquiales participamos con un fin de semana dedicado a los enfermos y adultos mayores confinados a sus hogares por sus padecimientos crónicos. Tantos los cerca de setenta niños y niñas del programa de catequesis infantil, sus catequistas y papás, como otros agentes pastorales miembros de los grupos de liturgia, pastoral familiar y pastoral popular nos pusimos a caminar por las calles de las colonias que forman parte del territorio parroquial, visitando a unas cuarenta personas que recibieron con sorpresa que la comunidad parroquial se acercara a su situación particular para poderlos escuchar, acompañar, y en algunos casos asistir en sus necesidades, como limpiarles la casa o conseguirles ropa de abrigo.
 
Como fruto de esta iniciativa vamos a asumir el compromiso de seguir visitando a aquellas personas que así lo han solicitado, para ofrecerles compañía, llevarles la comunión, y darles la oportunidad de seguir formando parte de la parroquia a pesar de las limitaciones impuestas por sus enfermedades.
 
Todos disfrutamos de este fin de semana de misión parroquial, pero en especial los más jóvenes junto a los más mayores, al descubrir un modo de convivir a pesar de sus diferencias y la distancia que hay entre generaciones.


 

17/09/2019 - NUEVO PROYECTO PASTORAL DE LA COMUNIDAD DE SAN PABLO EN MÉXICO
 

La CSP está presente en la Ciudad de México mediante dos proyectos pastorales distintos: por un lado, en el sur de la ciudad coordinamos el Centro Comunitario de Desarrollo Infantil “San José”, en el que 122 niños y niñas menores de 6 años de un asentamiento irregular reciben a diario una atención integral en la etapa crucial de la primera infancia, y, por otro lado, en el poniente de la gran urbe apoyamos el trabajo pastoral y social en un barrio popular de población trabajadora.
 
Después de haber trabajado durante cinco años como vicario parroquial en esta segunda zona pastoral de la arquidiócesis, Pablo Cirujeda fue recientemente nombrado rector de la Rectoría Nuestra Señora del Rosario. Como responsable de esta parroquia atenderá una población de unas seis mil personas, en su mayoría familias humildes y de escasos recursos. Junto con la coordinación de los diferentes programas pastorales (catequesis infantil, pastoral de los enfermos, pastoral sacramental, etc.) también está abriendo espacios para el desarrollo comunitario, como talleres de artesanías para niños y jóvenes, activación física para adultos mayores, y un centro de escucha terapéutica, y se está integrando con otras instituciones y agentes sociales de la zona para iniciar un programa de capacitación laboral para jóvenes.
 
Este nuevo reto pastoral se suma a los esfuerzos que la CSP realiza para que sus compromisos aborden una evangelización integral de la persona, entendiendo la pastoral como un camino que abarca todas las dimensiones personales, familiares, y sociales del ser humano.


 

23/05/2019 - LOS PADRES, PRIMEROS EDUCADORES DE SUS HIJOS
La Comunidad de San Pablo favorece el rol de los padres en el centro infantil del Ajusco, México
 
 

Hace ya mucho tiempo que la UNESCO menciona razones importantes para la participación de los padres en la educación de sus hijos. Quizá eso sea muy obvio en algunos contextos, pero las distintas realidades socioeconómicas y educativas de los países, así como las exigencias del mundo laboral y las nuevas ofertas tecnológicas, crean nuevos retos.
 
La UNESCO menciona en primer lugar el vínculo que existe entre padres e hijos, que mejora los aprendizajes; en segundo lugar, subraya que el padre y la madre son los primeros educadores de sus hijos, y esto muestra un impacto positivo en la educación temprana de calidad en el desarrollo y aprendizaje de los niños; y por último la familia aparece con un espacio privilegiado para la implicación en la cobertura educativa en la primera infancia.
 
En el barrio Jardines de San Juan, Ajusco, ciudad de México, para los padres que llevan a sus hijos al Centro Comunitario de Desarrollo Infantil San José, de la CSP, la educación no es tarea fácil. Algunos solo ven a sus hijos por la noche o los fines de semana, pero a pesar de las dificultades no dejan de buscar momentos para acompañar a los niños con sus tareas. Saben que estos momentos son privilegiados, los momentos de estar cerca de ellos, con amor, ternura y paciencia; quieren conocer lo que sus hijos están aprendiendo y dejar que realicen sus actividades del modo más independiente posible para fortalecer su autoestima, su inteligencia y su capacidad de hacer las cosas por sí mismos.
 
Durante el mes de marzo, apoyados por la maestra, los niños expusieron frente a sus compañeros con espontaneidad, sencillez y satisfechos de su trabajo diferentes temas (desde los alimentos saludables a el medio ambiente, los peces en extinción y las distintas profesiones que les llaman la atención). Una niña explicó con gran aplomo que de mayor quería ser pintora, ¡pero no una pintora cualquiera! sino una pintora como Leonardo Da Vinci, Picasso o Diego Rivera y acto seguido mostró varias imágenes de algunos de sus cuadros más famosos y describió lo que veía con toda naturalidad. También fue muy curiosa la convicción con que otra niña atendía a una oveja herida en su rol de veterinaria.
 
Todo este hermoso trabajo se pudo realizar gracias a los padres, que están convencidos de ser los primeros educadores de sus hijos y desde sus casas les ayudaron a buscar información, a crear el vestuario y el escenario para dar visibilidad a las profesiones soñadas por sus hijos. Con la seguridad del apoyo e interés de sus padres, los niños se mostraron radiantes presentado sus futuras profesiones.



 

31/07/2018 - FIN DE CURSO EN EL CENTRO SAN JOSÉ DE MÉXICO, CON GRADUACIÓN DE 38 NIÑOS

Ha llegado el fin de curso en el Centro San José, otro año más dedicándonos al desarrollo integral de los niños y niñas en edad preescolar de la comunidad de Jardines de San Juan, Ajusco (México).
 
La fiesta que conmemora este final del año académico siempre es un momento lleno de alegría, al que acuden los niños, elegantes, acompañados de sus familiares. Al mismo tiempo, es un momento de tristeza por las despedidas: los alumnos se despiden de sus profesoras hasta el curso que viene, mientras que para los alumnos de preescolar 3, la despedida es definitiva, porque se termina su tiempo de formación con nosotros.
 
Para la educadora de preescolar 3 concluye un largo camino de acompañamiento con los 38 niños y sus familiares que han recibido una formación integral en el centro San José durante 3 años consecutivos, y que el próximo curso se integrarán a la primaria para seguir su formación.
 
Inicia la fiesta del fin de curso con una misa de acción de gracias, una bonita celebración y un buen momento para compartir y mostrar el agradecimiento de las familias hacia el centro por la formación y el cuidado de sus hijos recibido en el centro, y del centro hacia las familias por el trabajo conjunto que se ha llevado: su implicación, dedicación y colaboración con el centro en la formación de sus hijos a lo largo del curso escolar.
 
La labor de los padres en la formación de sus pequeños es muy importante y de gran ayuda para la formación integral de sus hijos en nuestro centro, al que los niños acuden diariamente para jugar, aprender y divertirse, pues es la continuidad de sus casas, donde se completa el desarrollo de las primeras etapas de sus vidas: valores, virtudes, habilidades y conocimientos.
 
¡Terminamos este ciclo escolar con otro logro más! 38 niños graduados que se incorporarán a la primaria el próximo curso para seguir su formación. Los otros 70 (niños de maternal, preescolar 1 y preescolar 2) avanzarán al siguiente nivel para seguir formándose en el centro, a la vez que recibiremos a un buen número de alumnos nuevos, para poder seguir brindando este apoyo a la comunidad.


 

19/02/2018 - FEBRERO, MES DE LA AMISTAD

En el mes de febrero, la planeación de actividades de las educadoras del Centro San José de la CSP, en México, incluye actividades para aprender sobre la importancia de la amistad, y trabajar sobre el desarrollo de las relaciones sociales entre los niños.
 
Actualmente atendemos a diario a 110 niños de 2 a 6 años. En esta edad, es habitual presenciar a diario conflictos entre ellos, ya que se pelean por todo tipo de motivos: por un juguete o por cualquier objeto que creen que es solo suyo, porque algún amigo no quiera jugar con ellos, para ganar el primer lugar en la fila, porque un compañero le hizo una “cara fea”, o “le sacó la lengua”, lo empujó, etc.
 
Estas peleas son normales en los niños a esta edad, que muchas veces se defienden pegando o llorando de frustración. Algunos prefieren ir a pedir auxilio a las maestras, quienes les repiten cada vez que las manos sirven para acariciar y no para pegar, pero en estos momentos, cada uno resuelve sus problemas como puede.
 
En la convivencia diaria con los niños en el Centro San José, las maestras están la mayor parte del día resolviendo conflictos y malentendidos. Como en otros años, el mes de febrero lo dedicaron en trabajar sobre la importancia de la amistad, para fomentar el cariño hacia sus compañeros. En el desarrollo social y personal de los niños, los padres de familia también tienen una gran responsabilidad con sus hijos sobre estas situaciones, y es importante que sepan darles consejos de lo que deben hacer si se les presentan estos tipos de conflictos con sus compañeros.
 
En esta ocasión, el 14 de febrero, día de San Valentín, conocido también como en día del amor y amistad, las educadoras junto con los niños prepararon una actividad como muestra de aprecio y cariño para hacías sus compañeros: todos trajeron un regalito para intercambiar entre sus compañeros. Fue una actividad muy emotiva, llena de detalles y de abrazos entre ellos.
 
Queremos seguir promoviendo la amistad entre los niños y niñas del Centro San José, en esta edad en la que aprenden a respetarse, a pedir perdón, y a tratar bien a sus amigos y amigas, para valorarlos como un tesoro en sus vidas.

 


 

23/01/2018 - TALLER A LO “MASTER CHEF” EN EL CENTRO INFANTIL DEL AJUSCO, MÉXICO

En octubre y noviembre, el Centro Educativo Infantil del Ajusco fue escenario de dos talleres de cocina para mujeres. Se trataba de una experiencia piloto del programa “Energía del sabor” de Gas Natural Fenosa como parte de su Política de Responsabilidad Corporativa. Su principal objetivo es el fortalecimiento de las competencias de jóvenes de escasos recursos que estudian cocina, y la promoción de espacios de inclusión laboral. Este programa permite a los jóvenes, a través de un curso certificado, obtener herramientas que les ayuden a comenzar una carrera laboral en el mundo de la gastronomía. Las clases de cocina con las mujeres del Ajusco fueron la primera experiencia de este programa que se impulsará en México.
 
Los talleres tenían como objetivo enseñar a elaborar alimentos sencillos, rápidos, económicos y nutritivos para la familia. Un aspecto fundamental era la elaboración esmerada y la buena presentación de los platos. Al final se entregaron certificados y un obsequio para las participantes. Contribuyó al éxito de los talleres la profesionalidad del chef y de su equipo, así como la indumentaria y el equipamiento utilizado, pero también la creatividad, la estética en la presentación de los platos, el trabajo en equipo, las ansias de superación y el aplauso del equipo organizativo. Todo esto hizo sentir a las mujeres que estaban en un plató de televisión “a lo master chef”, así que además de aprender pasaron unas jornadas estupendas.
 
Desde la Comunidad de San Pablo agradecemos la calidad, la estética y el ambiente festivo de los talleres, parte esencial de toda labor educativa. Ya pensamos en el siguiente taller, que podría ser para enseñar a las madres a elaborar algunos platos como tacos de canasta, un plato sencillo y económico, para que puedan venderlo y generar recursos.  ¡Ojalá sea pronto!


 

16/01/2018 - MÉXICO: LA BANALIDAD DE LOS ABUSOS
Pablo Cirujeda, sacerdote de la Comunidad de San Pablo reflexiona en este artículo publicado en El País sobre la lacra de la violencia en México y el reto de no resignarse y contrarrestarla en el trabajo educativo con padres e hijos.

https://elpais.com/elpais/2017/12/01/planeta_futuro/1512129634_844944.html

 


 

01/08/2017 - FIN DE CURSO EN EL CENTRO SAN JOSÉ DE MÉXICO: UNA HISTORIA CON FINAL FELIZ

 
En una sociedad tan exigente como la nuestra es imprescindible obtener una base educativa sólida que impulse el aprendizaje y el sano desarrollo de los niños, trabajo que día a día realizamos en el Centro Comunitario de Desarrollo Infantil San José, en la Ciudad de México.
 
En el ciclo escolar 2016-2017, que acaba de finalizar, 36 niños y niñas concluyeron satisfactoriamente la etapa preescolar con nosotros. Para celebrar este logro, los niños estuvieron rodeados de familiares y personas cercanas en una fiesta de fin de curso alegre y agradecida, que celebramos el pasado día 14 de este mes de julio: una historia con final feliz, que se repite cada año en el asentamiento irregular de Jardines de San Juan.
 
El trabajo continuará con los 72 niños y niñas restantes, que avanzan de nivel, junto con casi 40 más que se integrarán en el nuevo ciclo que está por comenzar (a finales de agosto). Las plazas ya están ocupadas, pues los padres han querido inscribir a sus niños cuanto antes, para poderles brindar esta oportunidad de crecimiento, desarrollo y aprendizaje.
 
Desde el primer día del curso, ya lejano, juntos fuimos vivenciando juegos y actividades, aprendiendo de día en día. Los niños fueron creciendo en una sana convivencia a lo largo del curso escolar, aprendiendo a quererse, a veces perdonarse tras una pelea, a jugar, compartir, reír y llorar, y también a aceptarse. Esta convivencia, apoyada por una nutrición adecuada y el trabajo incansable de las educadoras comunitarias con los niños, ha llegado a un final feliz con la clausura del curso escolar 2016 -2017, despidiendo a los 36 niños y niñas que concluyen Preescolar 3 y que ya cumplen 6 años, listos para integrarse a la escuela primaria.
 
En un momento tan importante como éste, los papás y familiares quisieron estar cerca de sus niños, orgullosos de los logros alcanzados, y comprometidos con el camino que todavía les queda por recorrer. Fue un día de muchas emociones, y al reconocer cómo han crecido y aprendido tanto, compartimos juntos la alegría ¡de un nuevo final feliz!
 


 
 

14/03/2017 - QUIERO SER POLICÍA

El Centro infantil San José de Ajusco, México, visita el Parque del Pedregal y conoce la labor de la policía

 
 

Una de las últimas salidas de los niños del Centro Infantil San José fue al parque Pedregal de México. Allí pudieron jugar y gozar de la naturaleza y las recreaciones.
 
Lo más curioso de la salida fue que tuvieron la compañía y protección de tres policías de la zona. Los policías jugaban y cantaban con los niños. Los pequeños no salían de su asombro; su temor a los uniformados era grande. No es de extrañar, porque los padres suelen reprender a los niños con el típico “si te portas mal, llamaré a la policia y vendrá a buscarte para llevarte a un cuarto oscuro”. Así pues, costó un poco que rompieran esa barrera y se dieran cuenta de que los policías son personas buenas y amables que cumplen un papel social muy importante y que se pueden dirigir a ellos si necesitan algún tipo de ayuda.
 
Según algunas estadísticas, la Ciudad de México es una de las 50 ciudades más violentas del mundo y los niños, que son el grupo de población más vulnerable, deben aprender a no temer a los agentes del orden público y a crecer como ciudadanos que respeten las normas de convivencia.
 
Después de esta experiencia distinta de lo común, si preguntamos a los niños del Centro San José qué quieren ser de mayores, algunos ahora responden: “Quiero ser policía, como los del parque del Pedregal”.


 

17/01/2017 - LIBRO ABIERTO

Promoción de lectura infantil en el Centro San José,  Ajusco (México)

 
 
A mediados de agosto la Asociación Abriendo Nuevos Caminos fue seleccionada para participar en el proyecto “Libro abierto”, organizado por IBBY México y Librería Gandhi. La Asociación apoya la labor que la Comunidad de San Pablo realiza en el Centro infantil San José en Ajusco, Ciudad de México.
 
El proyecto en cuestión busca la promoción de la lectura infantil: trata de llegar a los niños a través de los libros, de crear mediadores de lectura en voz alta y de crear un espacio en el que los niños puedan imaginar lo que están escuchando. Para llevar a cabo este proyecto, dos personas se capacitaron en un curso de 40 horas, con el compromiso de fomentar la lectura entre los niños del Centro San José a través de actividades de “cuenta cuentos”. Este es el testimonio que nos ofrece una de ellas, Yomaira Cordero:
 
«Poder ser mediadora de lectura está siendo una experiencia nueva para mí. Crear un espacio de lectura con los niños resulta muy satisfactorio, para ellos es algo nuevo y diferente, donde leer no es aburrido sino un juego divertido.
 
Es bueno ver como los pequeños se involucran en la lectura y comprenden que a través de ella pueden expresarse y descubrir un mundo atractivo, pueden manifestar nuevas emociones, nuevas formas de conocer su propio mundo y su propio espacio. Y siempre con respeto, igualdad, solidaridad y sobre todo compañerismo. Un aspecto muy significativo del proyecto es que implica a los padres, que una vez por semana vienen a contar cuentos a sus hijos, en el aula de nuestro centro».
 
Desde el Centro San José agradecemos los 455 libros donados por la librería Gandhi. ¡Ojalá que los pequeños sigan descubriendo la pasión por la lectura!

 

06/09/2016 - ¡LLEGÓ EL PRIMER DÍA!

Inicio del curso en el Centro Educativo San José, Jardines de San Juan Ajusco, México

 
 

Todo listo en el Centro Educativo San José para el inicio del curso, con un mural de bienvenida y las aulas muy arregladas y decoradas para recibir a los niños. Este año hemos elegido nombres de frutas para poder identificar a los niños en sus distintos grupos de pre-escolar: Maternal - Las Piñas, P1 - Las Moras, P2 - Las Sandías y P3 - Las Uvas, con dibujos de las frutas correspondientes en las puertas y las ventanas de cada aula.

Abrimos las puertas para la entrada de los niños, con sus batas nuevas y limpias y sus mochilas. Muchas caras nuevas y otras que conocemos de años anteriores. Les acompañan los padres, abuelos, tíos, hermanos, en algunos casos parece que ha venido la familia completa a presenciar este evento tan importante para los pequeños: ¡su primer día de clase!

Las educadoras empiezan a recibir a los niños, muchos de ellos, que ya estuvieron en el centro los años anteriores, felices con sus sonrisas de volver a encontrarse con su maestra y con sus amigos. Para los nuevos es un momento muy difícil, al darse cuenta que van a estar solos entre tantos desconocidos. Entre gritos y llantos se quedan en la escuela viendo alejarse a sus únicos amigos hasta entonces (sus papás). Con algo de trabajo, intentando calmarlos, sin darse mucha cuenta empiezan a integrarse con los demás, a hablar entre ellos, a jugar, cantar, bailar, correr y saltar.

Llega la hora de descanso, salen los niños a jugar en el patio, casi todos ya integrados con sus compañeros, uno o dos pegados a la maestra como única referencia conocida, mientras reciben una colación de fruta que ninguno rechaza.

La música, los juguetes de colores, todo son factores que ayudan en la adaptación de los niños en nuestras aulas. También se les olvida la ansiedad a la hora de las comidas, cuando algunos se calman por completo y ya no vuelven a llorar. Con la dedicación de las educadoras, los niños que entraron a gritos llorando y con miedo, terminan pasando un hermoso primer día de escuela.

Toda la primera semana de inicio de curso nos dedicamos a la adaptación, que nos ayuda a integrarnos mutuamente tanto con los padres, como a educadoras y alumnos, aunque es cierto que la adaptación no termina ahí, y que siempre estamos creciendo en nuestra convivencia a lo largo de todo el año.

En el centro San José hemos iniciado un nuevo curso, una nueva aventura para 110 niños y niñas en edad preescolar, todos ellos procedentes de familias vulnerables del barrio Jardines de San Juan Ajusco: es una aventura, también, para sus familias y para el equipo de la Comunidad de San Pablo que les acompañamos en su desarrollo.

 


 

17/02/2016 - ¡HEMOS CUMPLIDO!

OBJETIVOS ALCANZADOS EN EL CENTRO SAN JOSÉ (MÉXICO) TRAS 15 AÑOS DE ATENCIÓN A LA POBLACIÓN INFANTIL

Durante los últimos quince años, desde el 2001, hemos estado trabajando en la colonia Jardines de San Juan Ajusco (México), un barrio irregular habitado por familias vulnerables de escasos recursos económicos. Nuestra prioridad ha sido asegurar que los niños en edad preescolar de esta colonia pudieran tener acceso a una adecuada alimentación y educación.

Al principio el proyecto funcionó en unos locales prestados con un servicio de comedor infantil. Al cabo del tiempo, con la ayuda de benefactores empezamos a construir la infraestructura de lo que es hoy el Centro Comunitario de Desarrollo Infantil San José, inaugurado a finales de 2005, iniciándose así también el programa de educación preescolar formal que continúa hasta la fecha.

A los diez años de haber inaugurado el Centro San José hemos querido hacer balance de los objetivos alcanzados: nos sentimos satisfechos de haber brindado en estos años un programa de alimentación diaria, educación preescolar, estimulación temprana y otras actividades didácticas a 1057 niños y niñas. Podemos ver el fruto del trabajo realizado en unión con los padres de familia y una amplia red de benefactores y voluntarios que han aportado su ayuda a esta comunidad.

Por otra parte, en estos últimos quince años 340 niños y niñas han egresado del Centro San José para incorporarse a escuelas de primaria. Estas cifras reflejan el beneficio obtenido por parte de cada uno de estos niños y de sus familias, que aspiran a construir un futuro mejor sentando una base sólida para la educación de sus hijos. Aquí adjuntamos el último vídeo.

https://www.youtube.com/watch?v=UzOAEk-UXpY&feature=youtu.be

 

 


23/11/2015 - ¡POR FIN LLEGÓ LA "BIBLIO-LUDOTECA-CUENTA-CUENTOS"!
El 15 de Octubre, y gracias a  la colaboración de Fondo Unido, Pro-niñez y voluntarios de la empresa UPS, llegó la “biblio-ludoteca-cuenta-cuentos” al Centro Comunitario de Desarrollo Infantil en Jardines de San Juan, en México.
 
A las ocho de la mañana se abrió la puerta de la furgoneta y los voluntarios empezaron a descargar cajas y más cajas. ¡Vaya sorpresa para las educadoras! En menos de una hora quedaron instaladas en el patio la carpa, la moqueta verde para el suelo, las mesitas de colores con sus sillitas y varios muebles de madera con muchos juegos pedagógicos. A las nueve entraron los niños, que esperaban emocionados, y empezó la biblioludoteca para todos, grandes y pequeños.
 
 
 
Los niños, desde maternal hasta pre-escolar 3, iban pasando agrupados por diferentes espacios con juegos didácticos debajo de la carpa y  por el salón multiusos donde les esperaba un payaso que les hacía cantar y jugar, siempre acompañados por los voluntarios.
 
Mientras los niños lo pasaban en grande las maestras recibían un taller de cuenta-cuentos, donde se les explicaba los cambios de voz y diferentes posturales corporales que ayudan a contar mejor una historia. 
 
Son numerosos los beneficios de contar cuentos a los niños desde una temprana edad, tanto en casa como en la escuela. Es una herramienta estupenda para estimular, por ejemplo, el desarrollo del lenguaje oral y la imaginación, además de transmitir y enseñar valores de comportamiento y convivencia. También fomenta sentimientos de confianza, seguridad e independencia mientras estrecha lazos afectivos con padres, abuelos o educadores. Todas estas capacidades y valores se hacen imprescindible en la educación infantil, por lo que el cuento debe ocupar un lugar primordial en el día a día de los más pequeños.
 
Todos se lo pasaron, como dicen aquí en México, ¡PADRÍSIMO!
 

 


13/10/2015 - MI PRIMER DÍA DE CLASE
Una semana antes de que empezaran oficialmente las clases, el grupo de trabajo y las maestras del centro San José emprendieron actividades de reubicación de las aulas, acomodaron muebles, pintaron los salones retocando las puertas, asearon a profundidad paredes y pisos, y posteriormente realizaron la decoración del recinto preescolar. Todo con el fin de brindar una calurosa bienvenida a los niños de Jardines de San Juan, en las afueras de la ciudad de México, cuando llegaran a su primer día de clase.
 

 
Así hemos iniciado el nuevo ciclo escolar 2015-2016 en el Centro Comunitario de Desarrollo Infantil San José, contagiados de alegría, porque sabemos que cada día trabajamos en la construcción de valores para formar niños y niñas con mejores aspiraciones para su futuro.
El primer día de clase por la mañana, mamás y algunos papás llegaron a la puerta principal del centro para dejar a sus hijos e hijas en manos de sus “segundas mamás”, las maestras, para luego desplazarse a sus lugares de trabajo. Algunos niños llegaban ya con deseos de entrar a convivir con sus amigos y compañeros, a otros les costaba trabajo regresar ya que se la pasaban muy bien en casa con su abuelita y hermanos, otros llegaban temerosos al ser su primera vez, y los más pequeños no dejaban de llorar al notar que se desprendían de los brazos de su mamá y los recibían unos “extraños”.
 
Como ocurre en todas partes y en todas las edades, la adaptación al nuevo entorno educativo, después del verano, toma unos días, mientras los pequeños se acostumbran al ambiente, y al trato interpersonal con los demás. Las primeras semanas de este regreso a clases la tarea principal de las maestras es manejar bien estos aspectos para que los niños se acostumbren, se relajen y puedan convivir a gusto.
 
 
En este nuevo curso el primer día contamos ya con 106 niños y niñas, sin haber hecho una campaña previa, cosa que nos satisface mucho. En años anteriores no habíamos rebasado la cifra de 100 niños, y nos alegramos en estos momentos de poder prestar este servicio de alimentación, educación preescolar y ayuda al desarrollo a los niños que lo necesitan entre esta población joven y creciente, en la que nuestro programa goza de un índice de aceptación cada vez mayor.
 

 


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